Américas e suas Histórias
Depoimento de Hector Castillo
Entrevistado por Karen Worcman
Cidade do México, 29/10/2023
Entrevista número AMH_HV001
Transcrita via Transkriptor
Revisada por Gerardo Déleon
P/1 - Karen
P/2 - Marcelo
R - Hector
00:00:09
P/1 - Bueno Héctor, quería empezar para que me dijeras todo de nuevo, tu nombre, fecha en donde naciste.
00:00:33
R - Sí, yo soy Héctor Francisco Castillo Berthier, nací el 4 de octubre de 1954 en la ciudad de México.
00:00:48
P/1- ¿Me puedes contar un poco de dónde naciste, el nombre primero, el nombre de tu madre, tu padre, quién eran, qué hacían cuando naciste?
00:01:00
R- Sí, mi papá se llamaba Héctor Vicente Castillo, él era doctor también de aquí de la ciudad de México. Y mi mamá se llamaba Concepción Berthier, también nació en la ciudad de México. Y la familia de mi mamá eran muchos hermanos, mis abuelos habían tenido muchos hijos y mi papá no, mi papá era hijo único, era hijo de mi abuela Anastasia y no tuvo papá. O sea, mi abuela conoció un español, se enamoró, tuvieron un hijo y como eran de una familia muy, muy religiosa, entonces no permitieron que estuvieran juntos y se quedó mi abuela con mi papá y mi abuelo se llamaba Dativo Sobrino, que era un español que pues nunca pudo entrar a la familia, entonces yo me quedé con el apellido de mi abuela, Anastasia.
00:02:12
P/1 Pero me explica mejor por qué no pudieron. ¿Me explico un poco de la historia de esta familia de tu papá, no? ¿Entonces eran religiosos? Me explica.
00:02:22
Sí, la historia de mi papá la pienso en 1840,1850 más o menos, que eran de Puebla, eran de un estado cercano a México. Y mi tatarabuelo era un militar muy violento, muy violento, entonces golpeaba a su esposa a la menor provocación y exigía tener comida, ya sabes, era un militar. Y mi bisabuelo pues que era un niño, su hijo, no quería que le pegaran a su mamá, entonces un día le dijo a su mamá vamos a huir de esta casa. Y...
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Depoimento de Hector Castillo
Entrevistado por Karen Worcman
Cidade do México, 29/10/2023
Entrevista número AMH_HV001
Transcrita via Transkriptor
Revisada por Gerardo Déleon
P/1 - Karen
P/2 - Marcelo
R - Hector
00:00:09
P/1 - Bueno Héctor, quería empezar para que me dijeras todo de nuevo, tu nombre, fecha en donde naciste.
00:00:33
R - Sí, yo soy Héctor Francisco Castillo Berthier, nací el 4 de octubre de 1954 en la ciudad de México.
00:00:48
P/1- ¿Me puedes contar un poco de dónde naciste, el nombre primero, el nombre de tu madre, tu padre, quién eran, qué hacían cuando naciste?
00:01:00
R- Sí, mi papá se llamaba Héctor Vicente Castillo, él era doctor también de aquí de la ciudad de México. Y mi mamá se llamaba Concepción Berthier, también nació en la ciudad de México. Y la familia de mi mamá eran muchos hermanos, mis abuelos habían tenido muchos hijos y mi papá no, mi papá era hijo único, era hijo de mi abuela Anastasia y no tuvo papá. O sea, mi abuela conoció un español, se enamoró, tuvieron un hijo y como eran de una familia muy, muy religiosa, entonces no permitieron que estuvieran juntos y se quedó mi abuela con mi papá y mi abuelo se llamaba Dativo Sobrino, que era un español que pues nunca pudo entrar a la familia, entonces yo me quedé con el apellido de mi abuela, Anastasia.
00:02:12
P/1 Pero me explica mejor por qué no pudieron. ¿Me explico un poco de la historia de esta familia de tu papá, no? ¿Entonces eran religiosos? Me explica.
00:02:22
Sí, la historia de mi papá la pienso en 1840,1850 más o menos, que eran de Puebla, eran de un estado cercano a México. Y mi tatarabuelo era un militar muy violento, muy violento, entonces golpeaba a su esposa a la menor provocación y exigía tener comida, ya sabes, era un militar. Y mi bisabuelo pues que era un niño, su hijo, no quería que le pegaran a su mamá, entonces un día le dijo a su mamá vamos a huir de esta casa. Y entonces en unas mulas, porque en ese tiempo no había autos, en unas mulas salieron de Puebla, cruzaron las montañas y se vinieron a la ciudad de México y como en 1860- 61 por ahí, llegaron a un barrio en la ciudad 90 de México y que era el barrio más viejo de la ciudad, que era el barrio de la Merced. Y entonces mi bisabuelo pues para subsistir empezaba a comprar y a vender cosas. ¿Era un comerciante no?
00:03:57
P/1- ¿Pero tenía que edad en este momento?
00:03:58
R- En este momento tenía 12,13 años. Era muy jovencito. Y entonces empezó a comprar y a vender cosas y con el tiempo se fue especializando en canastas y en artículos básicamente indígenas, y él compraba y vendía y le fue muy bien, o sea, hizo un buen negocio. Y ahí en la Merced se construyó una casa, hizo una casa y abajo, en la parte de abajo, eran las tiendas donde vendían las cosas, los productos. Y arriba vivía la familia. Arriba vivía mi abuela y su hermano que se llamaba Eucario. Y de hecho yo nací en esa casa. En esa casa en la Merced, que estuvo durante mucho tiempo ahí funcionando como el negocio.
00:05:01
P/1- ¿Entonces vivía tu abuela, tu tío abuelo?
00:05:05
R- Mi tío abuelo y sus papás.
00:05:11
P/1- Y sus papás. Ah, estos eran ya los hijos. ¡Esta bien!
00:05:14
R- Exacto, sí.
00:05:15
P/1- Está bien.
00:05:17
R/1- Don Luis y Leonora. Entonces ahí estaban, eran comerciantes, les iba bien, eran muy conservadores, eran porfiristas. Y tengo una carta que escribió mi bisabuelo cuando inauguró su casa, escrita a mano, que es de 1888, y dice esta casa se construyó con este material y el ingeniero fue y va dando los nombres hasta de las personas que colocaron los vidrios y la madera y todo. Y es una carta muy interesante porque, pues narra cómo llegó a la Merced y cómo se hizo de este predio. Y la está inaugurando muy contento, muy feliz, con sus firmas y todo. Yo conservo esa carta porque años después iba yo a trabajar en la Merced y yo no sabía que esa historia me iba a servir para poderme acercar a mi trabajo de investigación. Entonces la familia de mi papá era una familia, digamos, clase media, pero bien establecida, y mi papá decidió ser médico.
00:06:52
P/1- ¿Pero antes de tu papá, está tu abuela que sabe la historia de cómo se casó, se involucró?
00:07:01
R- Bueno, mi abuela Isabel, pues era hija de esta familia muy tradicional y se enamoró de un español, desconozco cómo se enamoraron, pero tuvieron una relación y mi abuela quedó embarazada y entonces mi abuelo no permitió que se casará el español.
00:07:31
P/1- ¿Pero por qué?¿Porque era español o porque estaba embarazada? ¿Qué pasó? ¿No sabes? Porque normalmente le hubieran dicho: Ahora te casas.
00:07:37
R- Por algún motivo no quiso que se casaran y entonces quedó mi abuela con su hijo, que es mi papá, en la casa. Y mi abuelo, no volví a saber de él, don Dativo Sobrino. Lo único que sé es el nombre. Nunca lo seguí, nunca me puse a investigar a ver quién había sido, qué había pasado.
00:08:08
P/1- ¿Entonces tu papá creció ahí, en esta casa?
00:08:12
R- Creció en esta casa.
00:08:13
P/1- ¿Sabes un poco de la historia de tu papá y cómo era? Cómo era un poco. Me describe lo que sabes.
00:08:20
R- Bueno, mi papá era una gente que trabajó en el negocio, pero siempre fue a una escuela, una escuela muy formal que se llamaba una escuela de hermanos maristas y se llamaba el Colegio francés. Entonces, pues muy bien vestido, muy educado, estudió y decidió estudiar medicina. Y en ese tiempo había una escuela de medicina que trabajaban homeopatía, que era como las medicinas naturales y todo este asunto. Y entonces ahí en la Merced, él puso un negocio, o sea, su consultorio. Y él daba consultas a toda la gente de la Merced. Y era muy chistoso porque atendía a gente rica, digamos, de los que vivían ahí, pero atendía a gente muy, muy pobre que también trabajaban y vivían ahí. Entonces, atrás del consultorio de mi papá había un jardín muy grande en donde siempre había gallinas, conejos, pavos reales, cabras, porque muchas veces la gente no tenía dinero para pagarle y le pagaban con animales.
00:09:57
P/1- ¿Y se hizo un médico homeópata?
00:09:59
R- Y se hizo médico homeópata, sí. El daba clases, daba clases en la escuela de medicina. Y ahí fue donde conoció a mi mamá, que estaba estudiando medicina y era alumna de mi papá.
00:10:18
P/1- Ah, qué bien. Bueno, paramos ahí. Volvemos a tu madre, la familia, los abuelos…
00:10:26
R- Mis abuelos tienen una historia curiosa. La familia Berthier, el origen es francés. O sea, básicamente el origen es francés. Entonces, si me voy a mi bisabuelo, mi bisabuelo era actor, se llamaba Charles Berthier y vivían en Francia, pero eran muy jóvenes. Y entonces decidieron que querían hacer un grupo para venirse a América y recorrer América con el grupo de teatro que ellos tenían. Entonces se vino Charles Berthier con su grupo de amigos y llegaron a Nueva York. Y entonces, pues ahí a tratar de sobrevivir como actores. Y empiezan este recorrido hacia el sur, pues para conocer y seguir actuando.
00:11:33
R- Y entonces en este recorrido, pues pasan muchas cosas, porque la mitad del territorio de EE.UU. Era México, pero en 1847 hay una guerra y entonces EE.UU. Le quita la mitad del territorio que es Colorado, Nuevo México, Arizona, Texas, Florida, California, todo eso era México. Y entonces, pues ellos siguen viajando, o sea, más allá de la guerra, ellos siguen viajando, van a las poblaciones, presentan su obra y lo demás, y llegan a lo que hoy es frontera con EE.UU. Que se llama Brownsville. Y entonces ahí anuncian que van a presentarse y lo demás. Y aparece la esposa de Charles Berthier, o sea, él se presenta como actor, aparece esta chica, le gusta el francés y se enamoran.
00:12:40
P/1- Y ella hablaba.. ¿era mexicana?
00:12:45
R- Hablaba español. Aunque había nacido, o sea, aunque vivía en EE.UU pues era mexicana. Pero a la familia de ella no le gusta que este francés llegue y la conozca. Y entonces deciden que se van a juntar y van a huir, no. Y entonces, curiosamente, su esposa se llama Rosa, Rosa Castillo. Entonces es muy curioso porque es Rosa Castillo y Charles Berthier. Y entonces la familia era Berthier Castillo en ese tiempo la de ellos. Y entonces huyen y empiezan a viajar, a recorrer México, hasta que llegan a la ciudad de México.
00:13:41
R- Y cuando llegan a la ciudad de México, doña Rosa Castillo está embarazada. Y entonces deciden que ya no va a seguir actuando en obras de teatro.
00:13:53
P/1- ¿Ella también era actriz?
00:13:54
R- No, ella no era actriz. Deciden que ya no van a viajar más y que se van a quedar en la ciudad de México. Y entonces mi abuelo empieza a vender, a comprar y vender casas, y empieza a trabajar aquí. Y se quedan en la ciudad de México. Y tienen dos hijos. Tienen dos hijos, uno de ellos se llama Andrés y su otra hija se llama Sofía. Exactamente como mis hijos, que nacen, curiosamente, con 100 años de diferencia, en 1888 nacen los dos, y mis hijos también 100 años después. Y bueno, se quedan a vivir en México y Andrés Berthier conoce a una mujer, una mujer que se llama Lorenza Aguilus. Se enamoran, se casan y tienen nueve hijos, básicamente. Uno de esos hijos, el segundo hijo, es mi mamá, que se llama Concepción. Y mis otros tíos, bueno, Héctor, Antonio, Josefina, Rosa, en fin, viven ahí en el centro de la ciudad, muy cerca de la Merced. O sea, son casi vecinos. Y mamá decide estudiar medicina.
00:15:32
P/1- ¿Y ahí, solamente para comprender entonces Charles, Rosa, sí? ¿Él empieza a hacer bueno, se queda, se establece, tiene casa, deja de ser actor y se torna una familia de clase media también?
00:15:52
R- Exactamente, de clase media. No con mucho dinero, no como la familia de su papá. La familia de su papá tenía más recursos. Y entonces como no tienen mucho dinero, mis tíos para poder estudiar y ganar dinero, se meten al ejército. Entonces mi tío Héctor, que era el mayor de sus hermanos, decidió meterse a pilotear aviones, a ser piloto de aviones. Y bueno, pues ya tenía trabajo, ya era teniente. Y su otro hermano también estudia milicia, y otro hermano estudia arquitectura, y la otra hermana estudia educación. O sea, todos se van volviendo profesionistas. Y mi tío Héctor llegó a ser comandante de la Fuerza Aérea mexicana con el paso del tiempo. Y a él le decíamos, siempre que hablábamos de él, decía es tu tío papá. Era como la referencia, es el tío papá.
P/1- ¿El que tenía la fuerza de la familia?
R- Y ahí mi mamá, pues conoció a mi papá y decidieron casarse, y ya se juntaron aquí en la ciudad. Y yo soy hijo único de ellos.
00:17:32
P/1- Ah, ¿eres hijo único?
00:17:33
R- Sí, porque antes de mí tuvieron dos hijos. Una niña, un niño y una niña antes de que yo naciera. Y los dos murieron muy, muy pequeños.
00:17:49
P/1- ¿Sabes de qué murieron?
00:17:50
R- No sé exactamente.
00:17:52
P/1- Era algo que se hablaba. ¿Ella tenía esta historia o estaba ahí?
00:17:56
R- No, no, simplemente habían fallecido. Y me parece que eran muy grandes. Yo nací pesando 4 kg y medio. Y ellos también tenían así una historia grande, entonces fallecieron. Y luego nací yo en 1954, y era el único hijo de Connie. Entonces pues todos mis tíos me cuidaban mucho y tenía otros primos, y éramos una familia muy, muy cerrada, muy unida.
00:18:34
P/1- ¿Entonces dónde naciste? ¿En la casa de quién? ¿Cómo me cuentas un poco de esta tu primera infancia?
00:18:43
R- Cuando yo nazco, nazco en el centro, en la parte de la Merced.
00:18:50
P/1- ¿Pero en la casa de tu papá?
00:18:52
R- En la casa de mi bisabuelo.
P/1- ¿Pero paterno?
R- Paterno.
P/1- ¿Con el negocio y todo eso?
R- Si, con el negocio. Y en 1957, o sea, tres años después, viene un terremoto en la ciudad, y entonces el consultorio de mi papá y parte de la casa queda dañada por el terremoto. Y compran otra casa que es Boturini, donde estuvimos visitándolo ahí. Y entonces ahí en 1958 nos movemos a Boturini y me quedo a vivir toda mi infancia en Boturini.
00:19:44
P/1- ¿Y Héctor, ahora, qué imágenes, qué recuerdos tiene de esta casa, como cuando te acuerdas de este hogar desde que llegaste, cómo lo describes?
00:20:02
R- Pues es que es muy curioso, porque cuando yo nazco, la ciudad de México todavía seguía siendo pluvial. O sea, todavía tenía ríos. Muy cerca de nuestra casa, en el centro, cerca de Boturini, había un canal que se llamaba el gran Canal, un canal nacional donde llegaban barcas con alimentos. Y era una zona pluvial, o sea, desde la época de los aztecas, cuando era una ciudad hecha sobre lagos, sobre ríos, pues esto fue cambiando con el tiempo. Pero cuando yo era niño todavía existía esa ciudad pluvial. Había dos estatuas gigantescas con unos indios. Dos indios enormes, enormes, de bronce.
00:21:00
P/1- ¿En el río, así?
00:21:01
Sí, una estatua y arriba los indios le llamaban los indios verdes. Los indios verdes, porque con el agua de la lluvia, pues adquirían color verde las estatuas. Entonces esas estatuas existían ahí hasta 1957. Y tengo fotos yo así de niño con los indios verdes ahí. Y en 1957, después del terremoto, se decide quitar el río y volverlo una avenida. Y entonces viene todo un proceso de espacio lento de transformación. Entonces mis recuerdos de infancia es que yo conocía a muchos indígenas, que teníamos trato con muchos indígenas, que los indígenas llevaban los alimentos a la casa. O sea, era como una ciudad muy distinta de lo que es ahora.
00:22:05
P/1- Explicame mejor, ¿estos indígenas quieren no saben, eran Mexicas o eran un tipo específico?
00:22:13
R- Lo que pasa es que en la Merced era la mayor fuente de trabajo entonces todo el mundo llegaba a la Merced, trabajaban ahí.
00:22:22
P/1- ¿Y era una fuente de trabajo para el mercado?
00:22:24
R- Para el mercado y para mi papá también, porque ahí tenía su consultorio.
00:22:29
P/1- ¿Entonces los indígenas vivían ahí?
00:22:33
Exactamente.
00:22:35
P/1- ¿La relación qué era, cómo era? ¿Qué hacían con tu familia o con tu historia?
00:22:42
R- Bueno, todos ellos eran comerciantes. Todos, todos eran comerciantes. Todos compraban y vendían y traían y llevaban y tenían sus negocios. Y de hecho, una buena parte de esa gente le dieron el segundo apellido a mi papá. Mi papá se llama Héctor Vicente Castillo Bautista, era el segundo apellido. Que era una familia de gente local que trabajaba con mi familia y que los queríamos mucho y tenían sus tierras, íbamos a sus ranchos y todo lo demás. Y había toda una historia muy indígena de gente que vivía cerca que tenían relación con mi familia. Entonces siempre conviví con ellos, siempre íbamos y veníamos y era una cosa muy cotidiana. Digo, de las cosas que recuerdo en esos momentos
00:23:47
P/1- De qué te recuerdas, así. ¿Eran distintos de tu familia? ¿Por qué, sabías que eran indígenas. ¿Qué los hacía indígenas para ti?
00:23:58
R- Sus tipos de casa, sus formas de vida, los terrenos que tenían, los animales. O sea, cuando decíamos vamos a casa de don Manuel, o sea, don Manuel tenía vacas y tenía caballos, y don Manuel tenía cerros y entonces era como un día de campo. Y el tipo de casas eran muy distintas, no eran casas urbanas. Entonces sí, yo creo que el tipo de vida, el tipo de zapatos. Ellos usaban huaraches, usaban el calzado indígena que era tradicional.
00:24:45
P/1- ¿Y eran católicos?
00:24:47
R- Sí, todos eran católicos.
00:24:50
P/1- ¿Los indígenas también y tu familia también? ¿Y cómo te acuerdas de esta vivencia con la religión católica que estaba presente en tu casa? ¿Cómo era esto?
00:25:00
R- Pues mira, mi abuela era muy religiosa, su familia era muy religiosa. La familia de mi mamá también era muy religiosa. Mi papá no era religioso, él había hecho a un lado la religión. Entonces la religión existía y todos la practicaban, pero mi papá no la practicaba. Entonces yo automáticamente me sumé con mi papá y dije yo tampoco participo. Y no íbamos a misa, no me iba a confesar. O sea, no practicaba todo esto. Pero sí era una religión muy presente que siempre estaba alrededor de toda la familia. Aunque no soy religioso, siempre vives en medio del catolicismo, perfectamente integrado y metido en toda la comunidad.
00:25:59
P/1- Y ahí, bueno, estás en esta casa, es el hijo único. ¿Cómo era tu cotidiano de muy chico, quien te cuidaba, cómo pasaba, que te acuerdas?
00:26:13
R- Siempre tuve una nana.
P/1- ¿Indígena también?
R- Indígena, era la que me daba de comer, la que andaba conmigo, me sacaba, me vestía, me llevaba. Y de pronto, pues algún día íbamos a su casa y conocía a su familia. Entonces era una gente que me quería, me apreciaba mucho, que me enseñaba a bailar, o sea, las cosas muy elementales. Y así fueron todos los primeros años de mi vida. Era el hijo de estos doctores.
00:26:56
P/1- ¿Pero tu mamá entonces era una doctora también?
00:26:58
R- Mi mamá terminó siendo doctora, sí, y tenía su consultorio. Y después, ya cuando nací yo, dejó un poco la medicina, y mi papá sí siguió siendo médico siempre. Y me metieron a una escuela, a la misma escuela donde había estudiado mi papá, la escuela de los hermanos Maristas. Y toda mi educación fue marista. Y después me enteré que estos maristas con los que yo estuve estudiando seguían la teología de la liberación. Entonces sí estudiábamos religión, sí rezábamos, pero había mucha actividad de los maestros de vamos a las comunidades, vamos a ver qué necesitan las comunidades, vamos a trabajar con las comunidades. Entonces, por ejemplo, en tiempo de vacaciones, cuando no hay nada que hacer, los maristas nos organizaban para irnos a las comunidades a construir, por ejemplo, un canal para llevar agua, o a construir una casa. Entonces aprendías construcción y aprendías la vida con la comunidad indígena. Y esta relación, digamos, entre la comunidad y tú como estudiante, era un eje central de la escuela. Entonces, esto lo tuve más o menos como 12 años, o sea, son seis de primaria, tres de secundaria, 3 de preparatoria.
P/1- ¿Toda la misma escuela?
R- Toda la misma escuela.
00:28:51
P/1- ¿Y era una escuela solamente de niños o era mixta?
00:28:54
R- Solamente de niños. Si, eran solamente mujeres, perdón, solamente niños. Y esta relación con los sacerdotes era muy peculiar, porque establecía uno el diálogo perfecto con los maestros. O sea, te volvías como amigo, como cómplice. O sea, sí es tu maestro, pero aparte juegas con él y vienes y entonces, durante los últimos años de preparatoria, siempre me dijeron tú deberías de ser marista. Entonces me trataron de llevar a las escuelas maristas.
00:29:40
P/1- ¿Como un seminario?
00:29:41
R- Como un seminario para inscribirme como marista. Pero en ese tiempo ya estaba el rock and roll, y a mí me gustaba el rock, y me dijeron no, no, aquí hay batería también, aquí puedes tocar, porque aquí puedes hacer todo. Y sí, fui un par de veces a los seminarios. Te trataban muy bien, comías muy bien, te divertías muchísimo, pero no había mujeres. Entonces decidí que no quería ser hermano marista. Y en ese periodo, cuando yo tenía como siete, ocho años, mis papás adoptaron a una bebé, a una niñita que también se llama Isabel. O sea, como verás, en mi familia los nombres de mis hijos son los nombres de mis abuelos, y siempre se van heredando los nombres.
00:30:40
P/1- ¿Esto es una tradición? ¿Es una tradición de la familia o de México?
00:30:41
R- Pues no sé si de México, pero en mi caso, los nombres de mis hijos son los nombres de mis abuelos. Todo se va así como repitiendo. Y entonces eso simplifica mucho porque no te tienes que aprender demasiados nombres. Pero entonces adoptan a esta niña, que era una hija de una pareja que no podían tener, no podían mantenerla. Entonces se quedan con ella y era como unos ocho años más joven que yo. Era muy chiquita. Y se va a vivir a la casa. Y bueno, pues entonces nos volvemos hermanos. Es mi hermana. Y seguimos seguimos ahí educándonos. Y bueno, pues así fue.
00:31:40
P/1- ¿Entonces tienes una hermana?
00:31:42
R- Tengo una hermana, sí. Una hermana que vive en Mérida. Justamente en Mérida y bueno, pues toda esta parte de la juventud en la zona donde vivo, en Lorenzo Botturini, era una colonia de clase media que en donde llegaron después muchos negocios de transporte. Entonces volví una zona popular y pues había toda una pandilla, digamos, de jóvenes que vivían alrededor. Y mis papás no permitían que yo saliera a jugar con ellos, hasta hasta que tenía yo 12 o 13 años y dije voy a salir y quiero conocerlo.
00:32:41
P/1 ¿Entonces tenías una educación, vamos a volver un poco, era una educación, una escuela fuerte, católica. ¿Esa era una educación rígida? ¿Cómo me describiría? ¿No, qué tenías que hacer? No sé, no te podías ir a la calle… ¿Cómo era la educación?
00:33:04
R- Yo vivía en un contexto bastante rígido. Cómo te vistes, lo que tienes que hacer, cómo te expresas. Yo había aprendido muchas reglas de comportamiento y de estar, cosa que no tenían los otros jóvenes.
00:33:26
P/1- ¿Cómo por ejemplo? ¿Me describes una situación?
00:33:27
R- Yo era como muy educado. Diria: señora, muy buenas tardes.¿Cómo está usted? Permítame saludarle. No sé, esos pequeños detalles…
00:33:40
P/1- Y en la mesa, ¿qué se pasaba en la mesa?
00:33:41
R- Bueno, el uso de los cubiertos y todo lo demás, yo lo sabía perfectamente bien. Ibas a otras casas donde no había nada, comidas con pan y como fuera. Entonces tienes que ir jugando entre las dos y saber que las dos están bien, o sea, no pasa nada.
00:34:03
P/1- ¿Pero para ti, cómo era la relación con tu padre, con tu madre? ¿Quién era más rígido? ¿Con quién tenías una relación más?
00:34:13
R- Yo tenía una relación muy cariñosa, muy cercana con mi mamá. Mi mamá me cuidaba mucho, me atendía mucho, me quería mucho. Lo sabía y como tenía muchos hermanos, pues tenía mucha relación con todos sus hermanos. Y todos sus hermanos eran magníficos conmigo. O sea, sus hermanos me enseñaron a nadar, me enseñaron a jugar béisbol, me enseñaron a jugar fútbol o me llevaban en el avión.
P/1- ¿Entonces era como tu familia?
00:34:49
R- Era como mi familia. Y en la parte de mi papá, pues mi papá era el médico y era el médico de toda la familia. Entonces cuando hacíamos una fiesta, entonces venían un montón de gentes y en mi casa había un piano abajo, un piano arriba, un órgano, instrumentos. Y como tenía la parte de mi papá, hay muchos músicos, buenos músicos venían y tocaban y entonces era una cosa muy muy…
00:35:21
P/1- ¿Pero él cómo era él contigo, eran próximos, era muy rígido?
00:35:25
R- Era muy rígido. Era una gente que fácilmente te pegaba.
P/1- ¿Él te pegaba?
R- Se quitaba el cinturón y tienes que aprender a comportarte. Era muy, muy estricto.
00:35:46
P/1- Y era la persona que decía puedes ir, no puedes ir. ¿Este era su rol?
00:35:52
R- Él era el que marcaba las reglas. Y con mi mamá no, con mi mamá era mucho más cariñoso y abierto. Un día pasó una cosa curiosa, yo tenía como 12 o 13 años, estaba con mis amigos, todos jóvenes y era una navidad y entonces había un spray como para echar nieve, entre comillas. Empezamos a jugar con eso y se llenó toda la casa de entonces cuando entra mi papá y lo ve, entonces se quita el cinturón y me pega enfrente de mis amigos. Y entonces por primera vez en la vida dije no voy a llorar, no me voy a mover y voy a aguantar, o sea, me dije como si no pasara nada. Entonces aguanté todos los golpes y cuando se dio cuenta mi papá, entonces volteé y le dije esta es la última vez que me pegas. Esta es la última vez que me pegas y no estoy llorando, pero no quiero que me vuelvas a pegar. Y ahí se marcó como una línea, o sea, nunca más volvimos a tener problemas así de violencia y eso. Y empezamos otro tipo de diálogo distinto.
00:37:27
P/1- ¿Pero no te quedaste con odio de que te pegara en la frente de tus amigos?
00:37:32
R- Sí, obviamente, pues te quedas mal, pero cuando yo reacciono así, automáticamente gané una posición con mis amigos porque estaba aguantando este asunto. Y esto como dos años después, tuvo un efecto curioso porque empieza el mundo de las drogas y entonces mis amigos vamos a fumar un poquito de maconha, de mota, vamos a probar y en fin. Y de repente empiezas a probar y empiezas a fumar un poco y una vez un amigo me dice oye, ¿puedes guardar una bolsa de de mota, de marihuana? Y la guardo en mi closet y me voy a la escuela, no sé, hacer, lo que fuera. Y cuando regreso en la tarde, entro a mi closet y ya no está la bolsa de marihuana. Y entonces mi nana me dice: Tu papá necesita verte en el consultorio y dice y trae a todos tus amigos. Entonces yo no sabía qué iba a suceder, si nos iba a pegar o qué iba a pasar.
00:38:58
R- Les hablé y les dije saben que mi papá encontró la bolsa de marihuana y tenemos que ir al consultorio y entonces era él en su consultorio y entonces llegamos, nos sienta y saca la bolsa de marihuana y dice Ok, dice, ¿Y¿Ustedes saben lo que es esto? Sí, sí sabemos. ¿Saben lo que pasa con eso? Sí, sí sabemos. Dice, quiero saber nada más cómo se hicieron de esta bolsa de marihuana, por qué tienen una bolsa de marihuana? Entonces es que un amigo llegó y me la dejó, pero no es mía. En fin, toda la explicación posible y no hizo más caso. Dijo a ver, pasan dos cosas aquí. Dice está marihuana tú la puedes cultivar, tú la puedes cultivar y la siembras y es tuya porque tú la hiciste. Pero si no la cultivas tú y la estás comprando, entonces estás traficando marihuana y ese es un problema legal. ¿Entonces quieren fumar marihuana? Siembren marihuana, cultiven marihuana, pruebenla y les voy a regalar un libro. Entonces me regaló un libro que se llamaba las drogas y la mente. Me dijo, revisa todo lo que dice de las drogas y vamos platicando, vamos platicando de las cosas que suceden con las drogas, no hay problema. Entonces si quieren fumar marihuana, siembrenla, cultívenla, pero no compren, no vendan, o sea, no se metan en el negocio. Y eso era lo que les quería decir, entonces era una imagen completamente opuesta del papá que yo tenía, de ese papá estricto que no pensaba como una gente que aclaraba el asunto, te daba información, estaba dispuesto a dialogar y te permitía hacer lo que lo que quisieras.
00:41:16
R- Y yo sentí en ese momento como una liberación así absoluta de guau, no hay problema, o sea, por lo menos ya tengo claro el asunto. Entonces, toda mi juventud que toqué mucha música y andaba haciendo cosas, la pasé muy, muy, muy,, muy bien. Porque sí, llegué a consumir, pero nunca caí en un consumo excesivo. O sea, dije ya, ya esto, ya no voy a hacer esto. Yo mismo me ponía límites y eso me parece que es una de las cosas más importantes. Cuando entré a la universidad, pues obviamente se canceló todo eso y me dediqué a estudiar, estudiar, estudiar, porque eso era el objetivo que tenía.
00:42:08
P/1 Entonces vamos a parar tantito.
PARTE 2
00:00:01
P/1 - Entonces vamos a continuar y antes de seguirnos en la universidad, quería recuperar un poco de la historia de la música en tu vida, desde los primeros contactos, como fue viniendo con la música.
00:00:19
R - Fíjate que la parte de la familia de mi papá, había muchos músicos, de hecho yo tengo un piano ahí, un Steinway que era de mi bisabuela, un Steinway precioso, 1845, una cosa así, un gran piano. Pero muchos de sus parientes eran músicos, entonces yo tenía un tío que se llamaba Eusebio Rubalcaba, él era violinista y era el primer violín de la Sinfónica Nacional.
00:01:00
P/1 - Entonces eran músicos mismos. Músicos, profissionais.
00:01:05
P/1 - Pero déjame entender un poco, estamos hablando de la familia de tu papá, bueno, tu madre se vino de una historia, era otra, entonces el padre no, el padre de tu papá era un español.
00:01:19
R - El padre de mi papá no…
P/1 - Se desapareció.
R - Exacto.
00:01:23
P/1- ¿Entonces esta historia de tu abuela, de la familia de dónde vinieron, eran músicos?
00:01:31
R - Sí, eran músicos y entonces en mi casa pues todos aprendían piano, o sea las mujeres todas tocaban piano y cantaban y lo demás. Uno de mis tíos, Eusebio Rubalcaba era violinista, pero era un gran violinista, entonces era el primer violinista de la sinfónica. Entonces desde niños siempre nos llevaban a los conciertos para verlos tocar y pues aprendes a escuchar música, o sea aprendes a escuchar lo que están haciendo y luego ellos te explican lo que estaban tocando. Entonces siempre había una cercanía con la música muy grande. Una de mis primas decidió estudiar clavecín y se fue a estudiar a Alemania y estuvo diez años estudiando clavecín y compró dos o tres clavecines y se vino a México y es de las pocas concertistas de clavecín que existen con obras clásicas.
P/1 - ¿Todo es clásico?
R- Todo es clásico. Entonces cuando había fiestas en mi casa siempre nos reuníamos toda la familia y como te digo, había dos pianos, había órgano, había instrumentos, entonces siempre me tocó ver instrumentos en la casa y siempre había cosas y siempre había gente tocando.
00:03:12
R - Mi papá tocaba el piano, le gustaba componer jingles para el ron o para casa, entonces él hacía jingles y cosas muy fáciles. Entonces un día le dije sabes que yo quiero tocar también.
00:03:35
P/1 - ¿Pero cuándo eras chico?
00:03:38
R - Siete u ocho años. ¿Y me dicen y qué quieres tocar? Y entonces les dije quiero tocar la batería. ¡Entonces todos rieron! ¿batería? Esos no son músicos todos me decían, estudia violín, estudia piano, estudia guitarra y entonces siempre le dije a mi papá que quería ser baterista y cuando terminé la primaria…
00:04:16
P/1 - ¿Pero ahí te pusieron a estudiar algo, piano, cualquier cosa?
00:04:18
R - Sí, sí, sí, me pusieron a estudiar piano, pero no me gustaba, yo quería la batería. Entonces cuando terminé la primaria a los doce años de edad, llegué con mi papá y le dije bueno, ya salí de la primaria, quiero una batería, regálame una batería. Entonces fue a una casa de música y compró una tarola, una tarola y un aparato de percusión que era lo que usaban los norteños y me lo dio y le dije ¿qué es esto? Redova se llama ese aparato. ¿Dije qué es esto? Dice, pues es tu batería. Dije, pero esto no es una batería. Le dije, esto es una redova para música norteña, empieza con eso y después vemos lo de la batería. Le dije no, no, es que quiero una batería completa. Entonces finalmente fue y me compró una batería completa, sencilla. Y me acuerdo que me subí a tocar y podía yo perfectamente coordinar las cosas y entendía sin haber tomado nunca clases de batería. Y entonces con mis amigos de la colonia les dije Oye, pues yo tengo una batería. Entonces ah, yo tengo una guitarra. Y empezamos a armar un grupo de rock, porque esa era la música que estaba.
00:05:53
P/1 - ¿Y por qué rock?
00:05:54
R - Pues porque era la música popular entre los jóvenes en ese momento. Y desde los doce años empecé a tocar música con mi grupo de amigos y empezamos a tocar las fiestecitas, íbamos aquí, íbamos allá y pues se vuelve una cosa muy importante porque es el grupo de música. Entonces vas a todos lados, te invitan a todos lados y tienes mucha presencia social siendo músico. Y luego nos inscribimos a un concurso y ganamos un premio y empiezan a pasar cosas con todo ese asunto de la música. Entonces yo realmente nunca estudié música.
00:06:44
P/1 - ¿Pero entonces mismo la batería no la estudiaste?
00:06:46
R - Nunca la estudié, siempre la aprendí a tocar viendo a otros y me enseñaban cosas y lo demás, pero para mí es como una cosa natural, es muy sencillo, pasa esto y entiendes la cuestión de tiempos. Años después me metí a estudiar piano para tener un poco más de conocimiento, pero toda mi vida me dediqué a tocar y desde los doce años hasta la fecha sigo tocando música. Entonces era como un plus que tenías más aparte de tu trabajo.
00:07:24
P/1 - ¿Pero nunca pensaste, me voy a ser músico?
00:07:28
R - Es que el problema de ser músico, cuando yo le dije a mi papá, estaba terminando ya la preparatoria, me dice ¿qué quieres hacer? Le dije, quiero ser músico. ¿Y qué quieres tocar? Le dije, quiero tocar batería. Entonces me dijo ok, te voy a llevar al conservatorio. Entonces me llevó al conservatorio de música donde trabajaba un amigo de él y le dijo: “Mira, mi hijo quiere ser baterista.” Y entonces el otro: “jajaja, baterista no existe, lo que tú quieres ser se llama percusionista, pero para ser percusionista necesitas estudiar diez años de piano y después otros dos o tres años de especialización en percusiones.” Entonces tú tienes diecisiete años y dices que necesito estudiar trece años para poder tocar batería. O sea, a los 30 años ya voy a estar viejito. Y entonces mi papá me mira lo que pasa es que yo te sugiero estudia una carrera y mantén la música siempre, sigue tocando ahí con tu grupo, en tus fiestas, en las cosas que haces. Pero estudia una carrera. Y entonces tenía yo que decidir una carrera que me permitiera llegar a esto. Y ahí en la escuela donde yo estudié, era una escuela religiosa, muy formal, con gente muy rica, de mucho dinero.
00:09:21
P/1- Era paga entonces.
00:09:23
R - Sí, de paga. En fin, y había sucedido la revolución cubana, estaba la guerra de Vietnam, o sea, había muchos problemas. Y a mí me gustaba escribir, entonces en mis trabajos siempre escribía historias y todo lo demás. Y tuve un maestro en la preparatoria, que fue ministro de la corte, extremadamente conservador, que nos dio muchas lecturas. Por ejemplo, había un texto que se llamaba The crowd, la masa, y lo que explicaba era cómo reaccionan las masas en la sociedad, frente al poder. Y específicamente decía, por ejemplo, en los auditorios, cómo funcionaban las masas en los auditorios. Y a mí me gustaba mucho leer eso, porque efectivamente, las masas bien comportadas son de una forma, las masas que no pertenecen a este grupo social son de otra forma, tienen otra forma de expresión. Y eran textos extremadamente de derecha, o sea, eran psicólogos sociales orientando las maneras de comportamiento de la gente.
00:10:58
R- Entonces, cuando yo estaba terminando la preparatoria, yo dije, yo quiero estudiar periodismo, porque en ese tiempo, si recuerdas, hubo una movilización en EE.UU. Que se llamaba The Watergate, que eran dos periodistas del Washington Post que se habían puesto a investigar a Richard Nixon, y sacaron una investigación y Richard Nixon tuvo que renunciar. Entonces yo dije si dos periodistas logran quitar al presidente, yo quiero ser periodista. Yo hubiera quitado a todos los presidentes de México. Y me incorporé a la universidad, a la facultad de ciencias políticas, que tenía sociología, pero tenía periodismo, relaciones internacionales, diplomacia, o sea, tenía varias, varias áreas. Una de mis maestras, cuando estábamos en la clase, me dijo: ¿ y tú qué vas a estudiar, Hectorito? Entonces yo le dije yo quiero ser periodista, maestra, porque los de Watergate quitaron al presidente y yo quiero quitar a los presidentes.
Y entonces me dijo no, no, no, dice mejor estudia sociología, dice, porque en sociología vas a comprender una metodología mucho mejor, mucho mayor, y vas a poder profundizar enormemente en eso. Y un Sociólogo siempre puede ser periodista, pero un periodista nunca va a poder ser sociólogo. Y entonces me convenció y decidí estudiar sociología. Y empecé a estudiar sociología en la facultad pero esta maestra daba una materia que se llamaba metodología de investigación, entonces ella daba cinco semestres de metodología de investigación y no trabajábamos, o sea, trabajamos muchas técnicas pero sobre un solo problema. Entonces ella y su esposo eran antropólogos, eran dos antropólogos. Y entonces ahí en la clase dice, bueno, dice, miren, hay una zona que está muy cerca de aquí de la ciudad, se llama Temazcaltepec, vamos a visitarla, es una zona muy rica, muy, muy, muy rica, dice, tiene todo, agua, bosques, ganado, tiene todo, pero la gente es muy pobre. Entonces nuestra única pregunta es: ¿por qué en una zona tan rica la gente es tan pobre? Eso es lo que vamos a responder. Y entonces arrancamos cinco semestres de investigación.
00:14:01
P/1 ¿Todo el grupo?
00:14:02
P/1 - Todo el grupo, éramos como unas 30 personas. Entonces un semestre te dedicabas a estudiar la historia de la zona, solamente la historia, dónde están los archivos, quién maneja los archivos, cómo se escriben los archivos, dónde se publicaron, si están escritos, si no están escritos, en fin, la reconstrucción histórica de la zona. Entonces tenías que aprender, pues una forma de aprender a hacer historia con una comunidad a la cual te ibas a acercar. En el siguiente semestre trabajábamos, por ejemplo, la economía, qué economía, cómo está la economía, cuántas tierras hay, qué producen, qué tipo de cultivos, quién compra, y te pasabas un semestre analizando solamente la parte económica. Luego en el tercer semestre vamos a ver la parte política, quién ha gobernado, quiénes lo han dirigido, cómo están organizados, en fin, toda la parte política. Luego un cuarto semestre la parte social, cómo es su sociedad, cómo son sus fiestas, qué hacen, quién viene, cómo celebran. Y el último semestre es la religión, ¿cómo ha sido la religión en esta? Y entonces te pones a estudiar, pero ya conoces historia, conoces economía. Entonces en la parte de religión había una catedral que estaba ahí en Temazcaltepec, que tenía un cristo, un cristo enorme, gigantesco, negro también, o sea, yo había visto un cristo negro en la ciudad de México, en la catedral, ahí lo había visto, y allá había otro cristo negro. Entonces me regresé a la historia y efectivamente, o sea, había un barco español que llegó en 1647 con cinco cristos, 2 de esos cristos eran negros, un cristo negro se fue a la basílica, al Zócalo, y el otro se fue a Temazcaltepec, a este poblado que estaba allá. Pero cuando le preguntabas a la gente, le decías Oiga, ¿su cristo es negro? Porque era de ébano. Entonces decí sí, es que los revolucionarios cuando salió la Revolución incendiaron la iglesia y el Cristo entonces sobrevivió al incendio y se volvió negro. Entonces para ellos el Cristo Negro era haber sobrevivido a la Revolución. Y el sacerdote de ahí de Temazcaltepec, dijo que este Cristo sudaba y entonces empezó a colectar botellitas pequeñas con el sudor del Cristo, el Cristo Negro, y entonces hacía unas fiestas enormes y vendía los botecitos de sudor del Cristo Negro para curar todo, el sudor del cristo Negro curaba todo absolutamente. Y había una forma de organización para las fiestas que se llamaban las mayordomías, son mayordomos los encargados de realizar la fiesta.
R - Entonces los mayordomos son gente que elige la comunidad, son gente que tiene dinero, que van a juntar el diezmo, o sea el 10% de las ganancias de todos para hacer esta celebración que duraba como dos semanas, y eran dos semanas en las que contrataban música 24 horas, fuegos artificiales, marchas, celebraciones, misas y comida gratuita para todos y todo eso se pagaba con los recursos del pueblo. Y de estos cincos semestres de metodología hicimos dos semestres más, o sea, fueron siete semestres de metodología para sentarnos a escribir este proceso y hasta el final logramos tener el título del proyecto que se llamaba: La exacción económica en Demazcaltepec, o sea la exacción económica religiosa en el pueblo de Temazcaltepec. Entonces íbamos a explicar cómo funcionaba la iglesia para con esta organización social que explotaba toda esta enorme riqueza que tenían, se quemaba en dos semanas en una fiesta. Entonces tenían muchos recursos, pero seguían siendo muy pobres y mucha gente sacaba dinero de este recurso. Entonces ese fue, digamos, mi trabajo en la universidad. Y entonces fue cuando le dije maestra, pues ya decidí que voy a ser investigador, quiero trabajar como investigador, pero necesito un tema, buscar un tema de investigación social, ¿cómo puedo buscar un buen tema de investigación? Y entonces me dijo vete a la biblioteca, revisa lo que han hecho tus compañeros y selecciona un tema que no hayan tratado. Entonces eso era un poco, parecía sencillo buscar las cosas que se habían hecho, pero no era fácil encontrarlo.
00:20:12
R - Entonces todos los días saliendo de la biblioteca me iba al jardín de ahí de la facultad y todos los días pasaba un señor que todos conocíamos que era don Pablito, y don Pablito llegaba a la facultad a revisar los botes de basura, entonces sacaba el cartón, el papel, el fierro, o si habíamos tirado un pedazo de pan se lo comía, en fin. Y entonces un día me decidí a seguir a don Pablito, y don Pablito pasaba por todas las escuelas de la universidad, pasaba en filosofía, en derecho, en economía, en ciencias políticas, veterinaria, medicina, y después se iba. Y entonces me fui siguiendo a don Pablito y él llegaba a un negocio que se llamaba compra-venta de desechos industriales y ahí sacaba su costal, ahí entregaba sus materiales y le pagaban, le pagaban dinero. Entonces esa fue mi primera pregunta de investigación. Regresé con la maestra y le dije ¿Sabe qué? " Quiero saber cuántos Don Pablitos existen en la ciudad de México. Y ya vi en el directorio telefónico, hay como 180 negocios que compran materiales y en todas las ciudades están metidos. Entonces me dijo bueno, pues lo que quieres estudiar es la basura y la basura es un servicio público y hay que revisar a ver qué hay hecho. Pero si no hay nada, vas a tener que partir de cero. ¿Y le dije y qué es partir de cero? Dice vas a tener que meterte de trabajador. Y así fue como empecé a meterme de trabajador en la basura. Y si quieres vamos a parar aquí un segundito. Sí, nada más para…
PARTE 3
00:00:00
P/1 - Bueno, la tercera parte vamos a continuar. Me estabas explicando la parte de que empezaste como trabajador de la basura. ¿Entonces me explica mejor qué quieres decir?
00:00:13
R - Mira, lo que pasa es que busqué información, no había libros escritos sobre basura, busqué artículos, no había nada escrito sobre basura. No había reportes internos en el gobierno sobre lo que sucedía con la basura. Pero todo el mundo tenía basura y había montones de lugares que compraban basura, pero nadie lo tenía registrado. Entonces cuando me dijo tienes que empezar desde cero, dije pues me voy a meter a trabajar en la basura. Entonces me puse a averiguar qué pasaba en el sistema de basura en la ciudad de México. Y digamos, la ciudad de México son dieciséis delegaciones, son dieciséis alcaldías que no alcanzaban a dar todo el servicio de recolección de basura. Entonces te estoy hablando de 1977. En ese tiempo todas las alcaldías contrataban gente que viniera a barrer las calles, a limpiar las calles, como trataban barrenderos. Entonces era muy sencillo volverte barrendero. O sea, llegabas y decías buenas tardes, ¿puedo ser barrendero? Y si cubrías los requisitos, pues entrabas a barrer las calles, a limpiar las calles. Como en ese tiempo todos éramos marxistas en la universidad, pues la lucha de clases, la plusvalía, el abuso de todas esas imágenes económicas.
00:01:59
P/1 - ¿Esto lo tuviste en la universidad, no, en la escuela?
00:02:02
R - No, no, en la universidad no. En la escuela yo salí de derecha absolutamente. Con una visión de derecha interesante, pero muy extremista. Y en la universidad eran marxistas. Yo te voy a decir que en la preparatoria, en el CUM se llama Centro Universitario México. Era tanto mi rechazo a la escuela, a los alumnos, a los maestros, a la iglesia, que me empecé a dejar el pelo largo, largo, largo, largo. Entonces traía un pelo larguísimo, no me pedían que me lo cortara porque había ciertas libertades, pero pues era uno que traía el pelo largo frente a nadie. Todos los demás eran muy bien.
00:02:59
P/1- ¿Esto estamos hablando de los maristas?
00:03:01
R - Con los maristas. Y entonces usaba abrigos de soldado, botas militares y camisetas rotas, ¿me entiendes? Pero yo no reprobaba materias, o sea, yo estaba bien en mis materias, pero era una especie de anarquista metido ahí en esta escuela.
00:03:23
P/1- ¿No estabas ahí involucrado en partido comunista, nada de eso?
00:03:27
R- No, nada, nada. Un revolucionario, solamente me gustaba el rock and roll y me chocaba todo lo demás y quería estar en contra de todo. Bueno, cuando entro a la universidad, todos los universitarios traían el pelo largo, usaban abrigos de soldado, traían botas militares. Y dije ay, no, no, aquí me voy a quitar el pelo largo, me voy a quitar las botas militares y me voy a vestir como si fuera estudiante, porque era una manera de volver a estar en contra del asunto. Y este pero sí aprendimos marxismo. Entonces, cuando decidí que quería ser barrendero, dije Voy a buscar a una delegación que sea muy rica, la más rica de la ciudad de México, y ahí voy a pedir mi trabajo de barrendero, y después voy a buscar otra muy pobre y me voy a trabajar de barrendero y voy a ver la basura de los ricos y la basura de los pobres. Eso era lo que yo pensaba en ese tiempo. Entonces llegué a la oficina de la delegación y le dije buenos días, venía por el trabajo de barrendero. ¿Me volteé a ver el tipo y me dice sabe usted leer y escribir?
00:04:52
R - Y le dije pues más o menos. Entonces firme aquí, ponga su firma y mañana se presenta a las 4:00 a.m.
P/1 - así nada, nada fácil.
R - Ya firmé. Y entonces me daban un contrato de veintiocho días, y te contrataban veintiocho días para no darte servicios médicos, servicios de salud, prestaciones, aguinaldo, o sea, te pagaban tus veintiocho días y se acababa.
00:05:24
P/1 - ¿Y cuánto te pagaba? ¿Te acuerdas?
00:05:26
R - Eran 900 pesos en aquel tiempo,
P/1 - ¿como si fuera hoy?
R - Menos de un salario mínimo. Menos de un salario mínimo. Y era muy poquito. Pero bueno.
P/1 - ¿Empezaba a las cuatro, iba barriendo?
00:05:43
R - A las cuatro me presentaba, a las cinco sacaba dos tambos y me iba caminando a donde tenía diez cuadras que recorrer, diez cuadras barriendo las calles y recogiendo la basura de esa zona. Tenía que estar limpia a las 8:30 - 9:00 a.m. Tenía que estar impecable. Entonces, pues sí, empecé a trabajar de barrendero, me dieron mis tambos, me dieron mis calles, me fui a barrer las calles, empecé a recolectar la basura y empiezan a salir las señoras de las casas. Ay, joven, buenos días, ¿usted es nuevo? Sí, acá van. ¿Se puede llevar mi basura? Sí, claro, deme su basura, pues te dan las bolsas de basura y las vas guardando y sacan la propina, sacan una propina de 10 pesos, 5 pesos.
P/1 - ¿para que hagas eso?
R - Para ti, no. Y entonces yo decía bueno, les voy a decir no, no me dé propinas, mi trabajo de investigación. Dije no, no, mejor no les digo nada y me quedo con el dinero. Y entonces empiezas a ver que todo el mundo te va dando propinas, y tú vas recolectando basura y vas juntando todo y ya traes un montón de dinero. ¿O sea, te paga el gobierno tus veintiocho días, pero todos los días te dan un montón de dinero en la calle, no? Entonces, pues son como dos ingresos, o sea, te paga el gobierno y tienes todas las propinas.
P/1 - Pero una pregunta. Esta es una pregunta de logística. ¿El gobierno te paga para coger un tipo de basura y la gente te daba una propina para coger otro tipo o hacer la misma cosa?
00:07:40
R - Es la basura de su casa
00:07:42
P/1 - ¿Porque el gobierno tenía la responsabilidad de sacar la basura de la casa?
00:07:47
R - Sí, sí, también. Solamente para entender si el gobierno debía recoger la basura de la casa, pero puede esperar a que pase el camión de la basura para tirarla, o se la puedes dar al barrendero que está barriendo ahí, y el barrendero se la lleva, que normalmente es una bolsita, dos bolsitas, eran cosas pequeñas. Entonces, este, junto mis primeros dos tambos, son dos tambos de doscientos litros, gigantescos, llenos de basura. Y me voy al camión, que es lo que tenía que hacer. Y cuando llego con el tipo del camión, me dice ah, me dice, ¿tú eres nuevo? Le dije sí, sí, soy nuevo. Esos tambos de basura que traes los tienes que tirar arriba del camión Y le dije, pero es imposible, o sea, yo no aguanto a cargar un tambo de estos. Y me dice, o sea, no los puedes tirar solo. Le dije no, te tenemos que ayudar. Y dije sí, bueno, entonces dame la mitad de las propinas que te han dado en las casas, me dijo. Entonces tenía que sacar el dinero y darle la mitad del dinero. Y entonces ya me ayudaban a tirar la basura y yo podía seguir trabajando. Y entonces empiezas a ver el sistema que a partir de la basura empieza una recolección de dineros y cosas que nadie va registrando, que todos lo hacemos y que mantiene este proceso de recolección. Y así lo hice, y así lo junté y lo hice todo un mes. Y luego me fui a la delegación de los pobres y descubrí dos cosas. O sea, la basura es la misma. O sea, la basura realmente no hay diferencia entre basura de los ricos y basura de los pobres. O sea, los ricos tiran más basura, los pobres tiran menos basura o la guardan de una forma distinta, pero la basura es la misma. Entonces, cuando entendí que lo que era el barrido, el barrer la calle en el camión donde yo tiraba la basura, vi que iba el chofer con dos, nosotros le llamamos macheteros. Macheteros quiere decir que son los que cargan la basura arriba del camión. Y el chofer y los macheteros los paga el gobierno. O sea, tienen un salario, aguinaldo, prestaciones, seguro social, vivienda, todo, todo, todo, todos los beneficios posibles los tienen ellos dos. Pero iban otras ocho o diez personas más que no tenían nada, que eran voluntarios. Entonces llegué con el chofer y le dije sabes qué ya no quiero ser barrendero, ¿no me puedo venir de voluntario en el camión? Me dijo sí, pues vente de voluntario.
P/1 - Pero no comprendo. ¿Qué son los voluntarios?
00:11:02
R - Son gentes que ayudan a recoger la basura y que hacen un negocio aparte en el camión, que ahorita voy a llegar a este asunto. O sea, viene el chofer, dos macheteros pagados por el gobierno y 10 voluntarios que vienen atrás. Todos los camiones, todos son así. Y estos voluntarios nadie les paga, no tienen prestaciones, no tienen nada. Son voluntarios que van en el camión de basura. Entonces dejo de ser barrendero y me vuelvo voluntario del camión. Y arriba del camión empiezas a recorrer una ruta, una ruta de camión. Entonces, si tú ves la ciudad de México tiene 16 delegaciones, pero de esas 16 delegaciones tienen todas las calles, todas las calles y colonias tienen rutas de recolección de basura. O sea, la basura la tienes que recoger en todos lados.
00:12:05
R - Entonces un solo camión recoge la basura de las casas, pero recoge la basura de los negocios también, o sea, el restaurante que está aquí, el hotel que está aquí, la gasolinera, de todos lados. Pero los negocios si necesitan un servicio organizado de recolección de basura, o sea, cada dos días o cada tres días necesitas que pasen que pagan estos tambos, ¿no? Entonces todos los camiones de basura tienen un negocio que se llama fincas, como si fuera una propiedad. Entonces todos los camiones pasan a recoger la basura en sus fincas. Entonces hay fincas grandotas, hay fincas chiquitas, hay fincas medianas, hay fincas ricas, hay fincas pobres.
P/1 - ¿Fincas son?
R - Los negocios, son los negocios que tiran basura. Los negocios que tiran basura son las fincas. Entonces si tú eres un chofer de limpia, te digo Oye, ¿cuántas fincas tienes? ¿Cuántos negocios tienes tú para recoger basura? Y todos los negocios te pagan, todos.
00:13:25
P/1 - ¿Al chofer?
00:13:27
R - Entonces con ese dinero el chofer, bueno, tiene dinero el chofer, pero le paga a todos los voluntarios, que son los que van recogiendo la basura en todas las fincas que hay por toda la ciudad. Entonces es un sistema que se empieza a volver muy complejo, porque si es la basura, pero es la basura de las calles, la basura de las casas, la basura de las fincas, con un mismo personaje que recibe todo el dinero, en donde no hay ningún registro, pero todo mundo vive de ese dinero que se le paga.
00:14:06
P/1 - ¿O sea, el basurero le paga el gobierno y también la gente, el chofer le paga el gobierno, más todo que recibe una parte como un medio de toda la parte y los voluntarios, estaban enfocados en las fincas, no en las casas?
00:14:26
R - En las fincas. Y arriba del camión, en ir separando todo. Entonces arriba del camión hay un cartón, papel, fierro, trapos, se separa todo lo que van juntando. Entonces, una vez que ya llenaste el camión de basura, antes de ir a tirar la basura, te paras en estos lugares compraventa de materiales industriales, vendes todo el material, te pagan más dinero.
P/1 - ¿Para el chofer?
R - Para el chofer, y el chofer lo reparte entre todos. Y entonces ya se va a tirar la basura al basurero, al tiradero de basura.
00:15:15
P/1 - ¿Pero ya vendiste todo?
00:15:16
R - Pero ya vendiste todo. Ya hiciste todo ese proceso, ya limpiaste tu ruta. O sea, ya pasó todo eso. Y entonces, la parte más curiosa es que todos los días en ese camión íbamos a un tiradero que se llamaba Santa Cruz Meyehualco. El tiradero de Santa Cruz Meyehualco tenía ciento setenta y seis hectáreas. Era gigantesco. Y desde los años de principios de los años sesenta, era el tiradero de basura más grande de la ciudad de México. No había ningún otro mecanismo más que un enorme tiradero a cielo abierto. Ahí llegabas y la tirabas. Entonces nuestro camión llegaba al tiradero de basura, pero no llegamos a tirar la basura en donde fuera. O sea, llegábamos con una familia de pepenadores, con una familia de licheros que vivía en Santa Cruz Meyehualco. Entonces teníamos que llegar siempre con la misma familia a entregarle la basura que nosotros llevábamos. Y entonces ese trabajo lo hice durante cuatro meses.
00:16:34
P/1 - ¿Pero la familia qué hacía?
00:16:36
R - Ahorita entramos a la parte de la familia. Yo la primera vez que quise entrar al tiradero de basura, cuando era estudiante, dije ¿ cómo puedo entrar? Dije muy fácil, me voy a parar en un semáforo, en una luz, llega el camión, me acerco y le digo Oiga, ¿usted va al tiradero de basura? Y si me dice sí, deme un aventón y que me lleve al tiradero y que me deje en el tiradero. Eso fue lo primero que pensé que podía hacer. Y así lo hice. Me paré en el semáforo. Se paró al camión. Le dije ¿va al tiradero? Me dijo sí. Le dije ¿me puede llevar? Y entonces me preguntó el chofer, ¿y para qué quieres ir al tiradero? Le dije que es una tarea que me dejaron en mi escuela. Es una tarea. Me dice Oye, pero es muy complicado adentro. Está muy, muy feo lo que sucede adentro. Le dije no, no se preocupe, yo soy sociólogo, estudié en la facultad. Usted me deja ahí en el tiradero y yo me hago cargo de todo lo demás. Entonces me dijo bueno, está bien, te dejo en el tiradero.
R- Entonces entramos al tiradero porque estaba prohibido entrar al tiradero. Pero arriba del camión, pues ya me bajé. Y entonces lo primero que me sucede es que tengo que empezar a caminar en la basura, que nunca había caminado en la basura. Y me empiezo a hundir, y se empieza a mezclar el líquido de la basura, y los enjambres de moscas se vienen contra ti, y huele espantoso. Y entonces me rodea un grupo de pepenadores y me dicen ¿ y tú qué quieres? ¿Qué estás haciendo aquí? Entonces le dije no, es que me mandaron de mi escuela porque vengo a hacer un trabajo. No, no, no dice escuela nada, cabrón. ¿Que no leíste que está prohibido entrar? No te vuelvas a meter así, porque te vamos a matar aquí. Te vamos a matar y te vamos a enterrar abajo de la basura. Y nadie va a saber que veniste al tiradero de basura. Así que te me vas largando de aquí. Salí corriendo para encontrar al chofer, y me dice pues ya ves.
R - Le dije que estaba cabrón, pero no tan cabrón, le dije. O sea, me amenazaron de muerte. Y le dije Nada más por bajarme, si es que no se puede entrar fácilmente. Y efectivamente, o sea, no había manera de poderme acercar de manera directa, pero como machetero, como voluntario de un camión de basura en que todos los días iba a tirar la misma familia, podía entrar todos los días y nadie me veía. Yo era ya un mugrosito más, un mugroso más de la basura que va arriba del camión. ¿Entonces vas con esta familia cómo está? Buenos días. Y en fin, y les traje esto, me encontré esto, le junté, ya sabes, tener una buena relación con la familia.
00:19:47
R- En cuatro meses ya eres amigo de la familia. O sea, quédate a comer, vamos a tomarnos una cerveza, vamos a jugar cartas, en fin. Y entonces, hasta que sentí que ya tenía mucha confianza con esa gente, llegué con el jefe de la familia de pepenadores y le dije ¿qué cree, don José? Tengo un problema en mi vida. ¿Dice qué te pasa, mijo? Ya no tengo dónde vivir. No me digas. Dije no, es que allá donde estoy viviendo pues me van a sacar. Ya no tengo dónde estar. Me dice no, no te preocupes, vente a vivir aquí con nosotros. Te hacemos un cuartito y te vienes a vivir aquí con nosotros. Dije ¿cuándo podemos? Mañana, mañana, vente y mañana ya te quedas con nosotros. Entonces, pues llegué, les avisé a mis papás, mi mamá estaba enloquecida. Mi papá me dijo haz lo que quieras, ya eres mayor. Y de un día para otro me fui a vivir de pepenador.
00:20:59
P/1 - Déjame entender, ¿tenía una casa dentro del tiradero?
00:21:02
R - En el tiradero, no había nada. Entonces lo que hicimos fue construir una casa de cartón y lámina, y construimos una casita pequeñita para tener una cama y poder dormir y poder tener mis cosas. Una casa improvisada totalmente.
00:21:21
P/1 - ¿Pero ellos también vivían así?
00:21:23
R- Sí, y no había luz, no había agua, no había ningún servicio, no había nada. Entonces pues me fui a vivir de pepenador al tiradero. Entonces, ya que llegué ahí y me quedé a vivir, pues lo primero que me dicen los pepenadores, me dicen pues ten cuidado con las lagunas de descomposición. ¿Dije qué son las lagunas de descomposición? Pues todas así donde hay agua, ni se te ocurra usarla, ni pisarla ni nada, porque te quema. Y había un montón de lagunas de descomposición. Entonces un día llegó uno de los camiones que vienen de los antirrábicos, las perreras municipales, con gatos y perros muertos. Hay un montón de animales muertos que los van a tirar al tiradero.
00:22:22
R- Entonces agarré un gato que estaba muerto, pero pues estaba bueno todavía. Entonces le puse un alambre y lo aventé a la laguna de descomposición y me fui a trabajar. Y ya cuando regresé en la tarde, pues fui a sacar al gato para ver qué le había pasado al gato, y el gato estaba deshecho. Y esa laguna de descomposición, se llaman, son los lixiviados que se mezclan por los aceites de la basura y con el agua de lluvia, y son ácidos muy, muy, muy corrosivos y necesitan un tratamiento muy especializado. Bueno, nada de eso existía, todo estaba a cielo abierto, tirado y todo lo demás.
00:23:06
P/1 - ¿Y ahí, por ejemplo, cómo bebían agua y hacían comida?
00:23:08
R -Llegaban pipas de agua, tenías tambos, te llenaban el tambo de agua, sacabas tu jarra y ahí tomabas.
00:23:19
R- ¿Y la comida la sacaban del tiradero también?
00:23:22
P/1- Sí, había de todo, comías de todo, o sea, si llegaba un camión y tenía comida buena, pues te comías esa comida, no pasa nada.
00:23:34
P/1- ¿Pero la familia que dices es padre, madre, chicos, todo?
00:23:39
R - Sí, todos comíamos en colectivo. Se compraban tortillas, se hacía un perol de cosas. Y ahí íbamos comiendo cotidianamente. Un día un día me oye, va a haber una fiesta de quince años. Aquí en México los quince años se celebran muy de forma muy, muy importante. Entonces va a ser una fiesta de quince años de una chica que se llama Ludi. Ludivina. Van a ser los quince años de Ludivina. Y entonces nos fuimos a la fiesta, y cuando estaba con mis amigos, me dicen pues párate a bailar. Y le oye, pero yo no hacer bailar de brinquito como lo hacen aquí. Párate a bailar con la Ludi. Y sí, me paré a bailar con Ludivina, y cuando regresé se están riendo todos y me dicen ya tienes apodo. ¿Y quién soy? Eres el pavo. ¿Le dije por qué el pavo? Por qué bailas como guajolote.
00:24:52
R- Entonces así se me quedó de apodo el pavo. Entonces ya era el pavo quien vivía ahí adentro. Entonces ya tenía una identidad. Entonces, dentro del proceso de investigación había logrado entrar a la problemática, entrar a la temática, que ya no fuera visto, que no estuviera siendo observado, que estaba participando en todo y podía recoger historias de vida. Entonces en la noche yo sacaba mi mi libreta y con una veladora escribía las cosas que había visto para narrar lo que había visto ese día. Y estuve cuatro meses de pepenador viviendo ahí en el tiradero. Fueron cuatro meses en los que no me bañé ni un solo día.
00:25:40
P/1 - ¿Por eso no ibas a la universidad, no volvías a tocar nada, ni a casa?
00:25:44
R- Ni a mi casa, ni a salir de ahí. Estaba metido en el tirador.
00:25:47
P/1 - ¿Era como un proyecto de investigación formalmente?
00:25:53
R- Era mi tesis. Era mi tesis de licenciatura.
00:25:58
P/1 - ¿Y ahí no se bañan? No tenía cómo bañarse.
00:26:00
R- No, no había cómo bañarse. De repente salías y te dabas un regaderazo, pero olvídate de la higiene y todo eso. Es otro mundo, es otra cosa. Es completamente distinto. Tu color de piel, tu olor, todo cambia. O sea, es otra realidad. Entonces estuve cuatro meses de pepenador y revisando mis notas. Yo dije pues ya tengo ya tengo notas suficientes para explicar lo que ha pasado desde que empecé a barrer las calles, luego la parte de recolección, luego la parte de pepena. Y entonces le dije a don José Don José, pues ya me voy a regresar a Monterrey.
00:26:52
P/1 - ¿Ellos no sabían que estaba haciendo investigación?.
00:26:54
R - No Sabían que estaba haciendo investigación. Me despedí y lo demás salí. Cuando llegué a mi casa, me hicieron quemar toda mi ropa. Salí con una infección en el estómago impresionante. Mi papá me dijo tienes un zoológico, traes un zoológico y traes todo, todos los bichos del mundo los traes adentro. Entonces, este por todo lo que comía y bebía y todo, pues estaba yo infectado de todo. Me dijo traes hasta sífilis, me dijo, los bichos que traes metidos. Y entonces me puse a escribir esas historias.
00:27:48
R- Escribí siete historias que me permitían narrar todo lo que había visto, lo que me habían dicho, lo que había escuchado y presentar una imagen de cómo era la vida dentro del tiradero de basura. Y entonces, una vez que las terminé, regresé con la maestra Pozas y le dije a ver, aquí está mi primer trabajo. Y entonces lo vio y me dijo Oye, pues está interesante. Dice, pero esto es literatura o es periodismo, pero no es sociología. ¿Y qué falta? Le falta toda la parte central, o sea, la historia, la economía, las empresas, los productos, los precios, quién compra, quién vende, cómo se utiliza. Le faltan todos los datos duros, necesitas levantar una encuesta, no hay ninguna encuesta de basura. Entonces un año y medio me tardé en hacer una encuesta, irla, levantarla, juntar toda la información y escribir esta parte sociológica de la basura.
00:29:01
R- Y ya se la llevé. Me dice ah, dice, está perfecto, dice es muy buen trabajo porque son las primeras estadísticas de basura en la ciudad de México. Pero dice que todavía no es sociología, le falta la parte central de la sociología, que es la parte teórica. Lo que pasa es que la teoría, le dije, en la escuela siempre que te dice hablan de teoría, buscas a alguien que haya escrito alguna cosa interesante, la copias y la pegas y hablas sobre eso. Y le dije pero aquí no tengo nadie que haya hablado sobre basura, ni siquiera Marx habló sobre basura, o sea, la basura no existía. Entonces me fui a ver a varios maestros, y una economista me dijo es muy fácil, la basura es algo que la gente no quiere y por eso lo tira, ya perdió su valor, por lo tienes miles de trabajadores que toman eso que la gente no quiere, lo vuelven a procesar y se convierte otra vez en mercancía. Entonces basura más fuerza de trabajo, igual la mercancía y eso es lo que necesitas explicar. Entonces ya me senté a escribirlo y escribí la parte teórica y entonces salió un texto como de trescientas ochenta páginas que se llamaba la sociedad de la basura.
00:30:32
R- Entonces lo presento como mi trabajo de licenciatura y en el examen profesional uno de los antropólogos me dice a ver, te pasaste metido tres años en la basura, nada más tengo una pregunta ¿qué encontraste en el fondo de la basura? Entonces me quedé pensando y le dije, Maestro Valencia, en el fondo de la basura lo que encontré, encontré una fotografía perfecta del sistema político mexicano, porque a partir de la basura puedo explicar lo que es el clientelismo, lo que es el corporativismo, lo que es la corrupción, por qué a los ciudadanos no nos importa la basura, cuánta gente ganan de la basura en el gobierno y toda esta fuerza informal de trabajadores que nadie tiene registrados, que nadie sabe y que ahí están y que ellos les llaman voluntarios y que el gobierno no sabe que existen y todos viven de la basura. Y estamos hablando como de doscientas cincuenta mil personas que todos los días manejan la basura en esta ciudad. Entonces ya palomeado, me aceptaron, me dieron mención honorífica y el Instituto de Investigaciones Sociales me contrató como investigador de inmediato. Me dijo no, pues tú vente a trabajar de investigador. Y entonces gané mi trabajo, tuve mi tesis, salieron dos libros.
P/1 - ¿Todo de ahí, todo de ahí?
R- Si, todo de ahí. Y si me prestas ese libro, Marcelo, ¿tantito? Cuando sale el trabajo de la basura, que eran las 380 páginas, eran realmente dos libros. Los sociólogos, cuando entrego el trabajo, me dicen no, nosotros vamos a publicar la parte sociológica, que es: La sociedad de la basura. Entonces ellos publican la parte sociológica, que es la importante para ellos, pero las historias de vida no las publican ellos. Entonces me voy a otro editorial y publican: El basurero. Y entonces, en lugar de un libro, tengo dos libros, porque son dos lenguajes completamente distintos. Se tardaron cuatro años en publicar este asunto. O sea, no fue yo terminé mi tesis en 1980 y hasta 1983 y 84 es cuando se publican estos trabajos. Entonces yo los presentaba juntos, iba a las librerías, daba una plática de la sociedad de la basura. Y en este libro del basurero se me ocurrió incluir la fotografía de una persona que es el cacique, el cacique que manejaba a estos quince mil pepenadores.
00:33:37
R- Y dice Sora que las autoridades se planteen con seriedad la necesidad de acabar con estos cacicazgos como el de Rafael Gutiérrez Moreno, para dar paso a procesos más modernos que verdaderamente eleven el nivel de vida de los pepenadores, reduzcan la contaminación en los tiraderos a cielo abierto y disminuyan la miseria en la que están sumidos tantos miles de mexicanos. Esa era mi conclusión a los 23 años de edad.
Entonces lo público y saliendo de una librería, de una presentación del libro, voy en mi coche a mi casa, se me cierra un auto, se bajan dos tipos del auto, me bajan del coche, me meten en la parte de atrás y me llevan y me empiezan a golpear y me dicen te vamos a matar, te vamos a matar, te vamos a matar, te vamos a matar. Y me llevan a una zona de fábricas que estaba abandonada, me bajan del coche y me ponen una golpiza brutal. O sea, una golpiza brutal. Un solo mensaje si sigues escribiendo de basura, la próxima vez ya no lo vas a platicar. Entonces se suben al coche y con la sangre que me está escurriendo, yo escribo en el libro las placas del automóvil que me detuvo. Y me fui a una delegación de policía a poner una demanda.
00:35:28
R - Y esta es la demanda que me dieron en la policía. Me dijeron ¿tiene testigos? Le dije no, no había nadie. Me llevaron a un lugar de fábricas. Si no hay testigos, va a ser muy difícil que prospere este asunto. Y entonces lo pegué, porque la justicia nunca me lo iba a resolver. Y anoté las placas. Y tuvieron que pasar casi diez años para descubrir cuál era el origen de estas placas, que fue cuando yo me moví de la Merced, donde vivía antes, y me vine a vivir a la casa donde vivo ahora, en donde me paraba a correr al bosque de Chapultepec. Y cuando iba yo corriendo hacia el bosque, vi las placas y vi el auto. Y entonces corrí y dije a ver, ¿cómo puedo investigar de quién son las placas? Y dije Ah, ya sé, ya sé cómo. ¿Entonces con mi combi, no? ¿Cuando regresé le dije Jefe, cómo está? Buenos días. Fíjese que tengo una combi, me acabo de mudar aquí, pero no tengo dónde guardarla, y aquí usted tiene muchos coches. ¿No podría yo guardarla con sus coches?
00:36:42
R- Y pues le pago mensualmente para poder guardar mi camioneta. Me dijo no, no, no puedes guardarla aquí. Dije pero si aquí tiene muchos coches. Me dijo es que estos coches son del Estado Mayor Presidencial. Estos coches trabajan para el presidente de la República. O sea, todos estos coches son coches de la presidencia de la República. Le dije ok, perfecto, pues muchísimas gracias. Entonces, lo único que supe es que estas placas eran placas de un auto oficial, que son los que me mandaron golpear. Y sí, durante diez años dejé de escribir sobre cuestiones de basura, porque me dijeron no eres nadie, nadie conoce el asunto. Si te matan, no va a pasar absolutamente nada. Y la segunda temática que me pidieron en el instituto fue empezar a trabajar en la Merced. Y ese fue mi segundo trabajo de investigación.
00:37:49
P/1- Qué historia impresionante.
PARTE 4
00:00:01
P/1 - ¿Bueno, ahí entonces está esto para, lo publicas y paras, y ahí el instituto, no? ¿Una pregunta no volviste al instituto a explicar lo que ha pasado?
00:00:13
R - A ver, esto sucedió en 1984, ¿no? Que es la fecha en que formalmente entro a trabajar en el instituto, aunque yo ya estaba haciendo cosas para el instituto antes. ¿Cuando yo termino el trabajo de la basura en 1980 y me contrata la universidad, me dicen ¿sabes qué? A ver, nos urge hacer un trabajo de investigación ahora, porque se va a cerrar el mercado de la Merced y se va a abrir una central de abasto. Hay un modelo internacional que se llama sistemas alimentarios, Modernización de los sistemas alimentarios, un proyecto del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y todo esto. Entonces venden tecnología y ya sabes. Entonces aquí en México se funda una cosa que se llama el SAM, Sistema Alimentario Mexicano, y es un proyecto a nivel nacional para modernizar la distribución de alimentos, eficientar y hacerlo mejor. Y entre las cosas que se tenían pensado era desaparecer el mercado de la Merced, que tenía seiscientos años de haberse fundado, para construir una central de abasto.
00:01:46
R - Esto ya se había hecho en Francia, se había hecho en Londres, se había hecho en EE.UU. O sea, era un proceso de modernización internacional y se iba a hacer en la ciudad de México. Pero para el cierre de la Merced necesitaban un diagnóstico de la Merced. Entonces me habla el director y me dice Oye, pues hazte cargo de este trabajo en la Merced. Dije pero yo no sé nada de comercio, no sé nada de alimentos. Me dice, pero tú naciste en la Merced. Dice y tú ya fuiste barrendero, fuiste machetero, fuiste pepenador, pues vuélvete comerciante, vuélvete comerciante ambulante y métete a trabajar en la Merced. Y entonces eso me hizo regresar a la Merced y ese barrio en el que había yo vivido, empezarlo a ver, pero un poco pensando cuál era la función de todo lo que se tenía.
00:02:56
R - Entonces, usando las clásicas metodologías, buscar a los más viejitos, hablar con ellos, recoger historias, todo lo demás, un día, esto lo empezamos en 1980, y en 1982 se iba a dar el cambio a la central de abasto. Entonces tenía yo dos años, digamos, para trabajar todo esto. Entonces un día, caminando en la calle con uno de los comerciantes locales, le dije Mira, todo esto que estamos viendo ahorita, en tres meses ya no va a existir. En tres meses todo esto va a haber desaparecido. ¿En qué se va a convertir? Le dije no sé, pero nada de esto que está aquí ya va a existir. Me dice sí, sí es cierto. Entonces le dije sabes que vale la pena que tomemos unas fotos de todo esto, porque eso ya no va a existir.
00:03:58
R - ¿Entonces dije a ver, cómo podemos hacerle? Entonces a un amigo mío que era pintor de cuadros, pintor de bodegones, entonces le dije a ver, tú tienes un ojo así como de cuadro. Te doy una cámara y te llevo a la Merced y te presento con toda la gente. Y dedícate a tomarle fotografías a todos, porque todo eso va a desaparecer. Entonces no te digo toma esto o toma esto. Tú decides, en donde veas una foto que para ti sea como un cuadro, le tomas la foto y las vamos guardando. Entonces compré una caja de cien rollos de transparencias Hectacrom, seiscientos (pesos) eran caros.
00:04:54
R- Y él era un rubio, güerito, muy rubio, de ojos azules. ¿Y le dije y sabes qué? Para presentarte, le dije, porque no es fácil que los comerciantes nos permitan entrar a sus negocios o tomar fotos, les voy a decir que tú eres ruso, cabrón. Entonces tú no vas a hablar nada. Tú eres ruso, yo te presento y te meto a tomar fotos, y tú tomas las fotos nada más. Entonces, bueno, pues ok. Entonces llegaba yo a la merced no, jefe, ¿cómo está?
00:05:35
R- Buenas tardes. Aquí, fíjese que me cayó este camarada, es ruso. Este es el Jakob de Rusia que se escapó de los rusos, se logró escapar de los rusos y está encantado aquí con la ciudad. Y entonces me dijo que si podía tomar fotos para juntarlas y después enseñarselas a su familia. Ándale, ya tómale las fotos. Y entonces ya entraba el otro y se las sacaba. Y así fuimos juntando fotos, tres mil quinientas fotografías que juntamos antes de que se cerrara la merced, mientras yo hacía el trabajo de investigación y todo lo demás. Esas fotos las juntamos, esas fotos las guardamos durante diez años. O sea, no pasó nada con estas fotos. Nadie sabía que se habían tomado las fotos. Simplemente habíamos tomado las fotografías. Entonces, ya tomamos las fotos, hicimos el estudio, lo que nos pedían, entregamos los materiales. Y obviamente el tema del abasto alimentario es increíblemente complejo. Hay muchísimas áreas, muchísimas cosas que investigar, que saber. La historia de la Merced es fenomenal. O sea, yo que había vivido ahí en la Merced, pues estuve en lo que fue la primera traza urbana que hicieron los españoles.
00:07:20
R- Y los españoles que llegaron y dijeron aquí va esta calle. Expulsaron a los indígenas, y del otro lado del canal se fueron los indígenas y se formó la primera ciudad perdida. O sea, pasan muchísimas cosas con el asunto del abasto y da para trabajar mucho, para meterse y aprender muchas cosas nuevas que tampoco eran un tema de investigación. Entonces me tocó abrir esta área del abasto alimentario como tema de investigación social, que tampoco era un tema de investigación social. Entonces, curiosamente, inventé lo de la basura, o me metí en lo de la basura, me metí en este abasto alimentario, que eran nuevas áreas de investigación que había que abrir. Y me tocó abrirlas, me tocó inaugurarlas por azares del destino. Y en esta historia de ir metiéndome ahí, pues yo tengo ya veintisiete, veintiocho años. Mis padres habían muerto, mi mamá murió en un accidente de automóvil.
00:08:40
P/1 - ¿Y en qué año?
00:08:42
R- A finales del 76 murió ella.
00:08:45
P/1 - ¿Tú tenías?
00:08:47
R- Yo tenía veintiún años, una cosa así. Mi papá quedó golpeado, pero no murió, murió tres años después. Mi hermana era muy chiquita, tenía catorce, quince años, estaba saliendo de la secundaria, una cosa así. Y yo tenía dos nanas en mi casa, que eran las que me cuidaban, que seguían viviendo ahí. Entonces, en 1980, que fue cuando yo me titulé del trabajo, ninguno de mis papás pudo ver que yo terminé mi trabajo de investigación. O sea, yo trabajaba.
00:09:36
P/1 - ¿Vivías ahí con ellos?
00:09:39
R - Vivía con ellos. Cuando se muere mi papá, yo estaba ahí en donde trabajaba. Y me pagan muy poquito dinero. Me pagaban muy poquito dinero. Entonces fui a ver al director y le dije a ver, mira, ya no me alcanza, vivo yo solo, tengo que mantener a mi hermana, tengo que mantener mi casa, tengo que mantenerme yo, y el dinero que me pagas no me alcanza. Y sí quiero ser investigador y estoy terminando este trabajo, le dije, porque ya tengo todo este avance, o sea, estoy redactando la parte final, me debe faltar como unos ocho meses o diez meses. Le dije pero este, con lo que me pagas no me alcanza, necesito que me pagues como investigador.
00:10:35
P/1 - ¿Qué era esto, como una beca?
00:10:37
R - Sí, era un contrato, un trabajo. Entonces dije necesito que me pagues como investigador y yo me comprometo a que en este año te traigo mi trabajo ya titulado y me contratas ya como profesional, porque no tenía título todavía. Entonces me dijo bueno, vamos a hacerlo así. Entonces, de 9:00 a.m.. a 6:00 p.m. Trabajaba yo en esto que estábamos empezando en la Merced. Y de 6:00 p.m. a A 3:00 a.m. me sentaba a escribir esto. Entonces era un ciclo de vida así brutal.
00:11:22
P/1 - Pero Héctor, déjame entender, en este periodo, estamos hablando de..
00:11:24
R - Estamos hablando de 1980.
00:11:31
P/1 - ¿Y tu mamá?
R - Ya habia muerto
P/1 - ¿Y tu papá también?
00:11:32
R- Mi papá también.
00:11:33
P/1 - ¿Puede solamente me explicar? ¿Entonces, cuando ella se muere en un accidente de carro?
00:11:38
R - Sí, un accidente de carro, un 24 de diciembre. En plena…
00:11:47
P/1 - Pero ¿estaban yendo, viniendo de algún lugar, estaban en la carretera?
00:11:49
R- Si, venían ellos de una fiesta en casa de una de mis tías, un coche se estampó con ellos, los pegó de frente. Sí, fue muy, muy doloroso.
00:12:06
P/1 - ¿Y ahí tu papá estaba en el carro?
00:12:08
R - Mi papá iba manejando.
00:12:10
P/1 - ¿Y ahí qué pasó con él después?
00:12:13
R- Bueno, él siguió trabajando y yo me imagino que empezó a sufrir mucho. Sí, ya no era el mismo. Sí, dos, tres años. Y el día que falleció yo comí con él en la tarde y cuando estábamos comiendo me dice sabes que me da mucho gusto que estés trabajando y que estés haciendo tus cosas, dice, porque ya me me liberaste, ya no tengo necesidad de estar viendo por ti, tú ya puedes moverte solo. Yo ya estaba haciendo cosas y estaba metido con muchos proyectos. Y si esa noche le di un infarto y se murió. Y tenía 64 años en ese tiempo.
00:13:12
P/1- Muy nuevos los dos.
R- Si, eran muy jóvenes.
00:13:19
P/1 - ¿Pero solamente tu hermana dónde estaba en esta historia?
00:13:23
R- Mi hermana estaba estudiando, entonces yo lo único que le dije sabes que tienes que terminar de estudiar y cuando es cuando escojas carrera, le sugerí, le dije si quieres métete a sociología, estudia sociología porque yo estoy haciendo sociología y funciona bien y hay mucho trabajo y hay cosas. Y sí, efectivamente se metió a sociología, terminó su preparatoria, empezó a estudiar sociología y vivíamos juntos en esta casa en Boturini.
00:14:02
P/1- ¿Con las nanas?
00:14:03
R - Con las nanas, ahí estábamos.
00:14:05
P/1 - Está bien.
00:14:06
R - Y este y mientras pues seguí trabajando en La Merced y fui sacando todo así poco a poco fui quedando. Y te digo lo de los veintisiete, veintiocho años, porque yo siempre, toda mi vida, siempre quise tener familia, o sea, siempre me imaginé casado, me imaginé con hijos, o sea, siempre pensé que me quería establecer, pero no tenía novia. O sea, había tenido un par de novias antes, pero nunca andaba yo así con muchas mujeres ni nada de esto.
00:14:51
P/1 - Mismo siendo músico, tenía una vida así muy…
00:14:55
R- Conocía a gente, pero no tenía relaciones de largo plazo ni nada de eso. Entonces fui con mis amigos que tenía y le dije ¿sabes qué? Sí me gustaría conocer a alguien más formal. Y fueron quienes me dijeron, ah pues te voy a presentar a Naila. Y entonces la conocí y me cayó muy bien y me gustó el trabajo que tenía y la llevé y fui a conocer a su familia. Su familia era una familia muy bien integrada, con mucha gente, muy bien estructurado y todo. Entonces me sentí muy confortable.
00:15:39
P/1 - Y ella ¿ya era pintora?
00:15:42
R - Era diseñadora y tenía su despacho, de hecho una de estas casas era su despacho. Y ya, empezamos a salir y me cayó muy bien. O sea, encontramos un mecanismo de comunicación interesante. Lo que ella hacía y lo que yo hacía se podía juntar y entonces salían otro tipo de productos, salían otro tipo de cosas. Y más o menos por esas fechas fue cuando la conocí, cuando estábamos metidos en todo este proceso.
P/1 - De Las Mercedes, de los libros.
R- Entonces, cuando a mí me mandan golpear después de escribir estos libros, uno de mis maestros fue que me fue a ver al hospital y me dijo ¿sabes qué? Sí, tienes que cambiar totalmente de tema y ya ni sigas escribiendo esto porque te vas a meter en un lío enorme.
Y le dije bueno, estoy trabajando en La Merced. Me dijo, ya síguete en La Merced. Y no pasó nada. Y dentro del instituto, pues fue como una golpiza. O sea, tuviste una golpiza. Pero no, vamos a decirlo así, no fui a quejarme que me habían golpeado, simplemente me dijeron ya no escribas, porque ya no escribo, sigo trabajando en esto. No pasó a más. O sea, nunca pasó a más. Y así, así como está aquí con la sangre escrita, cerré el libro y lo guardé en el librero y dije vamos a seguir a otra cosa, vamos a ver qué pasa. Y sí han pasado muchas cosas después, obviamente, pero esa es otra historia. Pero bueno, ahí vamos más o menos.
00:17:54
P/1 - ¿Y ahí te casaste?
00:17:56
R- Me casé, me casé en 1985. En 1985. Nos casamos en agosto y mi idea central era irnos a vivir a Boturini. Ahí vamos a vivir a Boturini. Y mi hermana ya estaba estudiando sociología, estaba prácticamente terminando sociología y tenía un novio, o sea, un novio ahí de su universidad. Entonces ella estaba en una parte de la casa, yo estaba en otra parte de la casa y le vamos a vamos a Boturini y vemos a ver qué hacemos, qué es lo que sucede. Y exactamente un mes después de haberme casado, vino el terremoto de 1985, acabó con todo. O sea, ya estaba yo trabajando en el instituto, estaba establecido. Pero pues Boturini , o sea, se rompió una pared y afuera se abrieron las calles y se cayeron casas, o sea, hubo un montón de muertos. O sea, era una locura. Entonces yo ya no podía vivir en Boturini. Nos venimos para acá, mi hermana ya no podía vivir en Boturini, se fue a rentar a un departamento y Boturini quedó abandonado por mientras, en medio de una zona caótica. Y entonces me metí a trabajar con la gente en la reconstrucción de la ciudad, hacer los grupos, a formar gente, solicitando cosas. Y sí me tocó tener una acción fuerte ahí en el centro. Y con la universidad hicimos los levantamientos de damnificados y todo. O sea, trabajamos muchísimo con la gente del temblor y con la gente del temblor, la gente de la sociedad civil se reorganizó de una forma que no que no existía antes. O sea, los grupos de damnificados ya no eran poquitos gritando. O sea, eran masas que paraban calles y que habían demostrado que el gobierno no tenía la capacidad de reaccionar ni de accionar para la gente. Entonces el gobierno lo iban haciendo a un lado e iba surgiendo una sociedad civil muy fuerte, muy organizada. Y todo eso vino justamente en ese tiempo, en esos años, en los años 80.
00:21:03
¿Y ahí era la época de Cárdenas, de Lázaro No, nada que ver?
00:21:08
R- No, todavía no. Eso fue mucho después. Pero en 85, por ejemplo, yo tenía una banda muy buena de música que se llamaba Arpía. Cantaba una mujer que se llamaba Cecilia Toussaint. Y teníamos muchísimos sucesos, era un éxito. Y tocamos y se llenaban dos mil, tres mil, cinco mil gentes. Era mucho, entonces, cuando estábamos y en la parte del sismo, trabajábamos, digo, tocábamos con ella, hicimos un montón de festivales para juntar dinero para los damnificados, para ayudar a las gentes que se les habían caído sus edificios, empresas y todo.
00:21:55
R- Y sí tocamos muchísimo como músico, pero pues también haciendo trabajo con la sociología. Entonces estaba todo conectado. Todo estaba conectado. Y en el 86 nació Andrés, nació mi hijo. En 86 nació y en 88 nació mi hija.
00:22:20
P/1 - ¿Acá ya en esta casa?
00:22:22
R- Acá. Andrés no, Andrés todavía nació en Boturini. Pero ya cuando tuvimos que vivir con él, nos venimos para acá de inmediato. A ellos ya no les tocó vivir allá. Y ya con niños es otra cosa. La vida es otra, se amplíen las cosas, las actividades que hay que hacer.
PARTE 5 (início da segunda parte da entrevista)
00:00:00
P/1 - Continuación de la entrevista con Héctor Castillo Berthier. Entrevista Museo da Pessoa Línea América sus historias Entrevista número uno, AMHV01. Parte dos, 30 de octubre de 2023
Bueno, ahí estábamos hablando un poco de la época que estabas trabajando como investigador de comercio. Te habías recién casado.
00:00:37
R- Sí.
00:00:38
P/1 - Y estaba escribiendo tu pesquisa de la basura.
00:00:43
R - Pues mira, hay dos cosas ahí interesantes. Retomo un par de cositas que habíamos hablado. En 1980 se decide que se va a cerrar el mercado y se va a abrir la central de abasto, y requieren que se haga una investigación de lo que está sucediendo en la Merced. Y como yo había nacido en la Merced, me seleccionaron por eso. Entonces, realmente el primer problema que tuve para regresar a la Merced, y sin ser especialista en abasto alimentario ni en geografía local, era cómo describes todo lo que sucede ahí, cómo explicas toda la cantidad de fenómenos que hay. Y es un mundo de cosas lo que sucede en el abasto alimentario. Entonces, una pequeña metodología que hice fue, era subirme a las azoteas de los edificios y desde arriba voltear a ver todo lo que sucedía. Y entonces iba yo dibujando en un cuaderno los camiones, la gente que pasaba, o sea, viéndolos de arriba hacia abajo para pensar en cosas que estaban sucediendo que después iba a investigar.
00:02:10
R - Y después me iba a otro edificio y veía otra cosa y me iba otro edificio, y todo desde arriba. Y con el tiempo descubrí que lo que estaba yo haciendo era una especie de cartografía social. Digo, hoy manejo ya la metodología de cartografía social, que es fundamental para entender lo que sucede en una comunidad. No hay número de variables, puedes trabajar con todas las variables y todo el mundo puede tener opiniones y puedes referirlo por espacio, nombre, fecha, o sea, tienes muchos elementos para hablar de lo que está sucediendo. Entonces, sí, uno de los trabajos interesantes de trabajar en ese mercado fue entender esta metodología de la cartografía social, que es muy rica, te da muchísima información. Y tomamos las fotos. Tomamos fotos, como te había yo comentado, de todo esto que iba a desaparecer tres meses después y que no usamos hasta 10 años después. Y se usaron 10 años después porque ya se había mudado La Merced a la central de abasto.
00:03:32
R- Y entonces el nuevo director de la central de abasto me dijo tú hiciste el trabajo de diagnóstico, ¿por qué no vienes a platicarnos qué hiciste? Entonces armé unos carruseles de fotografía y me llevé las fotografías que habíamos tomado. Entonces llegué a la reunión con los comerciantes y le dije vamos a apagar la luz, vamos a ver estas fotografías. Entonces iba narrando un poquito de esta historia que habíamos fotografiado con temáticas muy concretas, el transporte, los personajes, los productos, en fin, las casas, la condición de las habitaciones que se tenían. ¿Y cuando terminamos, enciende la luz y varios de los comerciantes, de los líderes de comerciantes estaban llorando ¿por qué llora? Y me dijo es que ahí está mi negocio, es que ahí está mi papá, es que ahí estaba mi hijo. ¿Entonces empiezan a salir muchas historias, y entonces me dicen ¿por qué no hacemos un libro con esas fotografías? Y entonces, completamente opuesto a un texto académico, que es muchísima lectura, muchas citas, mucha historia, lo que hicimos fue textos muy cortos y muchas fotografías, que es el libro de La Merced, enigma alimentario.
00:05:05
R - Y entonces la portada son cajas de jitomate. Entonces todo era lo que sucedía ahí. Y lo iba a comprar el director de la central de abasto y se iba a dar a los comerciantes. Pero fue tan interesante el trabajo que de pronto los de frutas y legumbres me decían, yo quiero tres mil ejemplares y luego el de abarrotes decía yo quiero dos mil ejemplares. Y entonces empiezas a producir para una empresa, para otra empresa, para un tipo de comerciantes, y entonces todos compran muchos ejemplares y los regalan en fin de año, en lugar de la botella o del regalo del cuadro, regalaban el libro y ellos lo firmaban. Entonces hicimos como seis ediciones de ese trabajo y todo el mundo lo compró y se vendió y era un trabajo sobre los comerciantes, era un trabajo para entender esa función del mercado y esta llegada a la central de abasto. Entonces, en todo ese proceso, pues sí, en 85 decidí casarme, vino el terremoto, yo vivía en La Merced, y entonces con el terremoto, que se quedó dañada mi casa, nos mudamos a la zona en donde estamos ahora, donde vivo ahora. Y fue un mes después del terremoto. Y entonces ya me vine con Ana Hilda, con mi esposa, nos venimos a vivir acá y empezamos, bueno, ya tuvimos un primer hijo en 86, luego en 88 nació el segundo y ya te metes en la vida familiar como investigador. Mi hermana, que todavía estaba en la casa con su marido, se casa también y con su marido deciden que se van a ir a vivir a Mérida, porque su marido era yucateco. Y entonces se van a Mérida, queda Boturini abandonada, nosotros ya vivimos acá y pues empezamos a vivir y dos años después, en 1987.
R - Yo estaba trabajando en La Merced y metido todos los días trabajando en eso y en 87 me habla el director y me dice, oye, me vinieron a ver del gobierno de la ciudad de México y le dije ¿qué pasó? Me dice pues tenemos un problema de violencia y jóvenes tenemos muchas pandillas, muchos jóvenes asesinados y policías asesinados. Y como iba a cambiar el gobierno. Me dijo que lo que quiere este gobierno es un diagnóstico, por lo menos. Y entonces vino a la UNAM a pedir un diagnóstico. Fueron al Instituto de Investigaciones Sociales, y yo pensé que tú lo puedes hacer. Le dije, pues no sé nada de jóvenes, no sé nada de violencia, ni sé nada de pandillas. Me dice, sí, pero tú ya fuiste barrendero, fuiste machetero, ya fuiste pepenador, ya te fuiste comerciante a la merced, ¿no te quieres volver pandillero? Me vuelvo pandillero y me meto a ver qué sucede. Y así fue. O sea, de hecho, dentro del área de investigación social, el único tema que yo pude seleccionar en mi vida es el de la basura. Ese fue el tema que yo seleccioné porque era mi tesis. Todo lo del comercio de alimentos fue a solicitud del gobierno. Toda la parte de jóvenes fue a solicitud del gobierno. Y entonces, en 87 inicié un proyecto de diagnóstico con los jóvenes. ¿Y la primera pregunta es: sí hay muchos jóvenes, sí hay mucha violencia, pero ¿cómo me acerco a los jóvenes? ¿O sea, cuál es el mejor canal para acercarme con ellos? Porque yo no tenía contacto directo con ellos. Entonces sabía qué hacía, sabía que se juntaban en las esquinas de sus barrios, en algunos lugares Y entonces decidí una estrategia singular. Compraba una caja de cervezas frías, y entonces hablaba con alguno de los chicos y le decía Oye, quiero ir a la reunión donde van a estar juntos. Entonces llegaba yo, que era yo baterista de un grupo de rock and roll, con una caja de cervezas. Entonces todo el mundo aplaudía.
00:10:00
P/1 - ¿Cuántos años tenías en este momento?
00:10:03
R- Yo tenía como treinta y un años, más o menos. Sí, más o menos 31- 32 años. Entonces llegaba con las cervezas, entonces todos nos ponemos a beber y ponían su música. Y entonces les decía yo que estaba viendo cómo estaban, qué sucedía con las pandillas. Y entonces empezamos a hablar muy fraternalmente. Esto lo hice en tres zonas, o sea, en tres zonas de muchísima concentración de pandillas muy distintas. Entonces, un lunes me juntaba aquí, el martes me juntaba aquí y el miércoles me juntaba en la otra. Y luego la siguiente semana regresaba el lunes aquí, el martes acá y el miércoles entonces se volvía un hábito, como que todos los lunes en la tarde nos juntábamos a tomar cerveza y a platicar.
¿Y entonces en la segunda reunión le dije está bien, dije que platiquemos, pero a ver, les propongo una cosa, por qué no tomamos una sola temática y platicamos de una sola cosa? Me dice. Pero como que le dije por ejemplo, las mamás. ¿O sea, cómo es tu mamá? ¿Vives con tu mamá? ¿Trabaja tu mamá? ¿Es buena tu mamá? ¿Es mala? Cómo cocina, tu mamá cómo vive, etc. Y entonces tomamos, por ejemplo, la historia de la madre, la historia del padre en otra reunión, el empleo, la educación, la migración, la policía. Y entonces, con esa visión de cosas como en unos cuatro o cinco meses, yo construí las primeras hipótesis de la relación con jóvenes y pandillas, que son cinco cosas básicas. O sea, la escuela que todo mundo te dice estudia porque es bueno que estudies, necesitas estudiar para progresar. Estos chicos abandonan la escuela. Entonces teníamos un 50% de jóvenes que abandonaban la escuela a los quince años. Entonces tenían un montón de jóvenes que no iban a la escuela.
¿Y por qué no van a la escuela? ¿No les gusta, no les sirve, no es útil lo que aprenden, la forma de enseñar no es buena. En fin, hay toda una serie de explicaciones. Pero esto no quiere decir que no les guste estudiar, simplemente rompieron con esta educación formal como está estructurada. Otro caso es el asunto del empleo. O sea, pues eres joven, no es tan fácil tener empleo. Entonces, y si eres muy joven, no te quieren pagar bien, no te pagan muy mal, o te piden experiencia y no la tienes. Y entonces, dentro de este empleo aparece por primera vez, aparece el crimen organizado.
O sea, cuando hay crimen organizado y tienes un grupo de jóvenes de 14, 13, 15 años, es muy fácil que les digan no que les den armas ni nada, o sea, no van a tener que matar a nadie. Les dan un celular, ¿no? Y les dicen con este celular tomas fotos en esta casa, todos los que entran y todos los que salgan tienes que tomar fotografías.
00:13:33
P/1 - ¿Este es el empleo?
00:13:34
R - Y este es el empleo de las 6:00 a.m. A las 6:00 p.m. Y nos traes la cinta y a la semana te vamos a pagar $100, por ejemplo, mucho dinero. Entonces, pues sí, muchos jóvenes empiezan a meterse en eso y empiezan a encontrar trabajo. Y ese seguimiento que hacen de las personas es para secuestrarlos o para matarlos, o no sé, para robarlos, muchísimas cosas. Y muchos de esos jóvenes que empiezan a hacer espías, después se meten y andan armados y les pagan más dinero. Y cuando tienen más dinero, pues frente a sus compañeros son gente que traen una motocicleta, una chamarra, un vestido, en fin, se vuelve una forma de ascenso social ese tipo de empleo. Entonces, hay un dato interesante, un dato duro sobre el empleo. Hoy en 2023 que estamos platicando, de cada diez empleos que se dan en México, siete son del sector informal. O sea, hay tres formales con todas las características de formalidad, y siete informales. Entonces, la ciudad de México está invadida de informalidad en todos lados. Si vas a las pirámides, si vas a los museos, si vas a las calles, si vas a comprar algo, si vas a comer algo, todo está lleno de ambulantes. Y toda la basura y el abasto, el alimento y todo está lleno de ambulantes. Y no hay ningún control sobre eso. Simplemente es una forma de sobrevivir y de acercarse. Entonces, pues, en ¿qué van a trabajar? Pues en lo que sea. ¿Pero tienen ganas de trabajar? Sí, sí tienen ganas de trabajar. Entonces, pues eran dos hipótesis. Teníamos la escuela, teníamos el empleo. Una tercera hipótesis tiene que ver con algo muy, muy interesante, que es la familia. O sea, yo creo, yo pienso que el eje, digamos, de México es la familia. O sea, la familia tiene un peso enorme, porque la familia es una forma de transmitir valores. O sea, amistad, respeto, solidaridad, o sea, todo dentro de un marco, digamos, cotidiano. Todos los días recibes esta información. Entonces se forman muchos valores con la familia. Entonces, si eres un joven y tienes una familia, bueno, pues cualquiera que sea, estos valores se te van a transmitir. ¿Pero y si no tienes esta familia así? ¿Y si tienes una madre soltera o un papá soltero? ¿O estás en una familia no integrada, o no existe la familia? En algunos casos, a lo mejor te cuida tu abuela, pero ¿y si no tienes abuela?
¿O sea, quién te transmite estos valores? Y esto lo digo porque en los datos duros, el 38% de los jóvenes, de los pandilleros, estaban en familias desintegradas. Y pues las mamás se iban a trabajar, se quedaban los chicos en su casa. Y esta transmisión de valores se hacía en las esquinas, en los barrios, en los barrios populares. Y estas pandillas eran las que transmitían los valores. Entonces se creaba todo un lenguaje distinto de valores, de entendimiento, de respeto, de solidaridad y lo demás. ¿Ahora, siguen estos valores? ¿Sí, los siguen, pero cómo se les transmite?
R- Esa era la parte interesante. Una cuarta hipótesis tiene que ver con la cultura. En este país, durante muchísimos años, desde que se creó el Museo Nacional de Antropología e Historia, es un lugar bellísimo. A todos los visitantes del extranjero se les dice por favor, vayan al Museo de Antropología e Historia. Entonces todo el mundo va al museo de antropología e historia. Y sí, es un lugar maravilloso, grande, las fuentes y todo lo demás. Y entonces ves la sala de los aztecas, la sala de los mayas, la sala de los olmecas, en fin, y entras al museo y empiezas a ver a los aztecas y te encuentras con una vitrina con piezas de cerámica. Y entonces ah, mira, así comen, así trabajan, así luchan. El sacerdote, entonces, a los indígenas los convirtieron en piezas de cerámica. La pregunta de estos jóvenes era muy directa para mí. Me dicen a ver, el museo de antropología es bueno para hablar de las culturas indígenas. ¿Pero qué pasa con los 20 millones de indígenas que viven actualmente? ¿Dónde quedaron esos 20 millones de indígenas? Entonces te vas a las comunidades indígenas y están olvidados. Nunca lograron integrarse. No hay caminos, no hay mercados, no hay empleo. Son muy pobres. Están desintegrados totalmente. Entonces, por eso, cuando en 1994 aparece el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y dice ya basta, ya basta, vamos a acabar con esto, los jóvenes. Exacto. Eso es lo que tenemos que decir, ya basta. Entonces, esta situación con la cultura tiene una ruptura grande y no quieren saber nada de la cultura oficial y empiezan a recrear sus propias formas de cultura. Esto acompañado por todas las modas que hay, los tatuajes, los pelos, los pelos parados, los colores, el tipo, en fin, todo esto va cambiando.
00:19:59
P/1 - ¿Pero ellos entran en los Zapatista o es una relación…?
00:20:09
R - Yo digo porque coincidió con lo que nosotros estábamos haciendo. Entonces, cuando aparecen los zapatistas, todos estos grupos se vuelven zapatistas automáticamente, aunque no estén cercanos al zapatismo, pero son como zapatistas en la ciudad de México. En fin,
P/1 - Se identifican.
R - Se identifican con eso. O sea, eso les da un sentido cultural de integración. Y la última hipótesis tiene que ver con la autoridad. O sea, decía, a ver, jóvenes, tenemos una escuela que no funciona, una familia que no funciona bien, un empleo que no funciona bien. No tenemos una relación cultural con la comunidad. Ok. Si todo eso que es social, digamos, está alrededor nuestro, está mal. ¿Quién es una autoridad? ¿Quién crees que puede ser una autoridad para ti? Entonces, la respuesta de los jóvenes era la ley. Híjole, parecen estudiantes de la facultad de derecho. O sea, la ley, o sea, la vamos a respetar. Pero no, la ley era el apodo que tenían con la policía. Ahí viene la ley, te va a apañar la ley te va a detener la ley, la ley te va a extorsionar, la ley te va a encarcelar. O sea, la ley era la policía, que era el único mecanismo que tenían de relación con las instituciones. O sea, ellos aparecían, mandaban a la policía, los policías los metían a la cárcel, ellos mataban policías. Y ese fue el problema que tuvimos. Y fíjate, esto lo hicimos en 87, dos años después del terremoto de 85. Entonces los gobiernos aquí no sé cómo sea en otros países, pero viene un gobierno, termina el gobierno, empieza otro gobierno, termina el gobierno y es como una visión sexenal. Cada gobierno tiene su entonces, el gobierno en el que estuvimos, que era el gobierno de Miguel de la Madrid, era del 82 al 88. Entonces, antes de que terminara el gobierno, el regente de la ciudad manda a hacer el diagnóstico para decir Ok, no lo resolvimos, pero por lo menos hay un diagnóstico. Y lo que estábamos nosotros era haciendo el diagnóstico para cuando entrara el nuevo gobierno, pues dijera aquí hay un diagnóstico que dejaron listo. Entonces hicimos un mapa enorme, un mapa gigantesco con los puntitos donde vienen todas las características de las pandillas que nos dio la policía.
P/1 - ¿O sea, el mapa, la policía la tenía? ¿Sabía dónde estaba el mapa?
00:23:11
R - No, el mapa lo hicimos nosotros. Ellos tenían las listas, y yo lo fui pasando en un mapa desde la cartografía social para poderlo ver y ver por zonas y saber qué problemáticas había.
00:23:28
P/1 - ¿Entonces, me puede explicar un poquito más de detalle cómo leía las informaciones y cómo la transponía, lo que buscaba, lo que había en las informaciones sobre ellos, cómo lo traduce en cada punto del mapa?
00:23:46
R - Mira, la información que nos daba la policía es nombre de la banda, nombre del líder, número de miembros y actividades que realizan. Básicamente era eso lo que tenían. Y ahí, en esta visión de las pandillas, pues te aparecen… (muestra físicamente) este era el mapa y cada puntito nos hablaba de una pandilla en especial. Entonces hay zonas de mucha concentración de bandas y zonas con no tantas bandas, zonas que tenían que ser prioritarias, etc. Y aquí en el Distrito Federal, en lo que es la ciudad de México, aparecieron mil quinientas pandillas existentes, y en la zona metropolitana había dos mil trescientas pandillas. Entonces era un demonio de gente, o sea, eran muchísimos miles de jóvenes. Entonces, cuando cambia la administración del gobierno y entra el nuevo gobierno en la ciudad, la encargada de desarrollo social en la ciudad de México era una doctora, la doctora Alejandra Moreno Toscano, que me conocía a mí por los trabajos de basura, ella había presentado mis libros, o sea, ella sabía quién era yo. Entonces me dice ¿tú hiciste este mapa? Le dije sí. Me dice ¿cuántos jóvenes son? Y le dije a ver, Alejandra, te voy a cambiar la pregunta ¿cuántos policías tienes? Entonces me dijo, tenemos treinta mil policías. Le dije Perfecto, le tocan seiscientos ochenta jóvenes a cada policía. ¿Son tantos? Le dije sí.
Estás hablando como de 2 millones y medio de jóvenes de sectores populares. Le dije ojo, no todos son violentos, ni drogadictos, ni asesinos, ni rateros, ni narcotraficantes, pero todos están en una condición de pobreza donde todo eso fluye de una forma natural. Entonces, si hay un problema de violencia, pues seguramente va a crecer ahí. Entonces me dijo, ¿qué hacemos? Le dije pues no sé, invéntate algo me dijo, Y le dije, pero soy sociólogo, no soy mago.
00:26:18
R - Y entonces me llevé el mapa y dije a ver, si yo tuviera que entrar en contacto con todos estos miles de bandas, pero el mismo día, al mismo tiempo, ¿cómo me acerco? Entonces dije si quiero hacer una encuesta, pues no voy a acabar nunca y voy a necesitar muchísima gente preguntando cosas, ¿cómo puedo llegar a ellos? Y entonces dije ah, ya sé. A ver, yo me iba a tomar cerveza con ellos y a escuchar su música. Entonces tomó un radio y me pongo a escuchar todas las estaciones de radio para buscar una estación que pasara su música. Y descubro que ninguna estación pasa su música. Toda la música que escuchábamos no estaba en el radio. Era una música marginal, era una música que no se pasaba en la radio. Pero había una estación, el 105.7 de fm, que era una estación creada por el gobierno en 1940, dedicada a los jóvenes, que se llamaba originalmente Radio juventud. Cuando yo me acerqué, se llamaba Estereo joven. Y era el gobierno en una radio para jóvenes. Dije perfecto, pues voy a escuchar qué le dice el gobierno a los jóvenes por la radio. Y entonces me pongo a escuchar y de repente suena Frank Sinatra. Y entonces yo dije híjole, yo creo que el primer programador debe seguir vivo todavía. Y cree que Frank Sinatra… No es que no me guste Frank Sinatra, o sea, sí me gusta, pero sí que en una radio para jóvenes Frank Sinatra pues es como un poco de historia. Y así ponían otras músicas extrañas que no tenían nada que ver con los chavos. Y después venían los anuncios del gobierno. Joven, inscríbete al ejército, joven, inscríbete a la policía, joven, por decirte algo, decia si tienes entre 17 y 19, tienes 18. Entonces ¿cómo para qué dices? Tenía cero rating, nadie le escuchaba. Entonces regresé con la doctora Moreno Toscano y le dije mira, está esta estación. Si conseguimos que nos presten la estación, vamos a meter la música de estos jóvenes y les vamos a hablar directamente a ellos.
Y entonces me dijo a ver, pues vete a la estación de radio, habla con el director. Y el director era un maestro mío de la facultad, o sea, era una gente que me conocía. Y entonces pues fui a ver al director de la estación de radio y pues yo era un sociólogo del instituto y venía por parte del gobierno de la ciudad de México y lo convencí que cambiáramos la música de la radio. Y entonces anunciamos que iba a haber un cambio en la estación. Y de pronto, de un día para otro, aparece la música de las pandillas todo el día. Y yo mando tres mensajes en la mañana, en la tarde y en la noche. Una cosa así muy sencilla de qué onda, chavos, ¿cómo están? Estamos aquí cotorreando en Estereo Joven y quiero mandar unos saludos. Y entonces empiezo a leer los nombres de las pandillas que yo tengo la lista de jóvenes que tenía. Entonces yo decía saludo a los sapos allá de Portales, y saludo a los mierdas de Neza, y saludo a los picudos. Entonces iba yo dando el nombre y la colonia, y después decí y háblenos por teléfono, porque tengo aquí dos chavitas que están para comérselas vivas. Es la Barbie y la Costalito. Pregunten por la Barbie y la Costalito y tiren rollo con ellas y vamos a ponerles una canción. Entonces todo era festivo.
P/1 - ¿Y tú lo hacías?
00:30:31
R- Yo lo hacía. Y la Barbie y la Costalito eran dos trabajadoras sociales. ¿Entonces yo le dije a ver, ¿sabes qué? No se trata de que contestes muy formales. Bueno, bueno. Necesito que les digas, Hola, peludos, ¿cómo están? Necesitas conquistarlos, necesitas que quieran hablar contigo, porque lo que queremos saber es que nos digan su dirección para ponerlos en nuestro mapa y empezar a ubicar en el mapa qué zonas estamos, con quienes estamos hablando. Y entonces empezamos a hacerlo. En tres meses, teníamos como el 30% de las pandillas localizadas con zonas. Pero ya los tenía yo con nombres, los tenía con teléfono. O sea, podía establecer un contacto directo. Entonces regresé con la doctora, le dije, ¿sabes que? Ahora vamos a abrir un programa en especial que se va a llamar Solo para bandas.
Este es solo para bandas, solo para pandillas. Y va a pasar los sábados de 10:00 p.m. a 2:00 a.m.
Un programa de radio de cuatro horas. Los sábados a las 10:00 p.m. Es para la gente que está reunida en ese momento. Entonces abrimos el programa, y lo que hacía yo era ir a buscar a las pandillas en mi camión, en la combi. Iba, buscaba la pandilla, los llevaba al radio, y entonces ellos iban como invitados al programa de radio. Y ya con la radio abríamos los micrófonos y platicábamos del barrio. ¿Cómo está tu barrio? ¿Qué problemas tienes en el barrio? ¿Qué pasa? ¿Y tu papá? ¿Y tu mamá? ¿Y la policía? Y entonces hablábamos del barrio. Y entonces los jóvenes hablaban por teléfono con la Barbie y con la Costalito para decirnos esto pasa en mi comunidad, yo quiero ir, quiero venir. Y empezamos a sacar la información de las pandillas. Y este funcionaba súper, súper bien. O sea, era muy, muy directa la comunicación. En el tercer o cuarto programa, tomo el micrófono y les digo pues muy buenas noches, chavos. Que viva el rock and roll y hoy están con nosotros unos invitados de lujo. Están con nosotros ni más ni menos que los Mierdas Punk de allá de Neza. Bienvenidos los Mierdas Punk. Juanito Mierda, Pablito Mierda y Chuchito Mierda.
00:33:07
R- Y entonces, pues los presento en la radio y primera pregunta, a ver, yo les quiero preguntar ¿por qué escogieron los nombres de los mierdas? ¿O sea, por qué? ¿Por qué yo quiero ser un mierda? Y entonces me dice a ver, dice, antes de responderte tu pregunta, porque todos tenían nombres totalmente devaluatorios, mierda, sapos, bastardos. Antes de responderte a tu pregunta, me dice, ¿este micrófono está abierto? Le dije sí, por supuesto. Dice ¿y me está escuchando mucha gente? Le dije, miles de gente están escuchando en este momento.
00:33:46
R - ¿Y puedo decir lo que sea? Le dije, pero por supuesto, le dije, este gobierno se caracteriza por la libertad de expresión, entonces tú siéntete libre y di lo que quieras. Entonces agarra el micrófono y dice pues que chinga a su madre el presidente, cabrón. Entonces, cómo en diez segundos tienes una llamada de la secretaría de gobernación para ver quién es el imbécil que les está dando el micrófono en una radio pública a estos descerebrados mierdas que vienen a la radio para agarrar el micrófono y mentarle la madre al presidente, cabrón. Entonces, los sábados transmitíamos el programa, y los lunes en la mañana iba yo con mis mapas a la Secretaría de Gobernación a pedir perdón y a decirles a ver, es parte de un proyecto de investigación social aplicada, apenas nos estamos acercando. Y una mentada al presidente no es tan grave, o sea, no le pasa nada, todo el mundo le mienta la madre al presidente, y trataremos de que no sea muy frecuente, pero aguantense. Y hacíamos el programa de 10:00 p.m. a 2:00 a.m. Porque ese era el momento de las detenciones ilegales, ese era el momento cuando mandaban a los policías a los barrios a detenerlos. O sea, yo participé en varios operativos policíacos. Entonces íbamos en la patrulla ahí, entonces llegaban, veían a los jóvenes y fun entraban caballos, helicóptero y gente armada, y detenían a 150-180 chavos. Y yo le decía al jefe del operativo, le dije, Jefe azteca, déjenme nada más hacerles unas preguntitas antes de que los metan a la cárcel. Y nada más les decía ¿nombre, edad, educación y qué chingados estabas haciendo ahí? O sea, que me explicaran por qué estaban en el momento de la detención ahí. Entonces, a través de esa explicación, logré demostrar que eran detenciones ilegales, que no servían para nada, que no estaban deteniendo delincuentes. O sea, era todo un proceso. Y entonces hacíamos el programa en esa hora, porque eran las detenciones ilegales.
00:36:09
P/1 - ¿Pero lograbas ir ahí donde estaban las detenciones?
00:36:14
R - Claro, sí, sí. Lo hicimos como en tres o cuatro ocasiones con los jefes de policía, antes de empezar con el programa de radio. Luego que empezamos con el programa de radio, entonces yo les decía a los jóvenes tomen las placas, tomen las placas, mandanoslas porque vamos a ir a defender, son detenciones ilegales, esto no está permitido. Y todavía no existía la comisión de Derechos Humanos. Entonces pues tenía una lógica, o sea, hay alguien que se está preocupando, iba a ver esto, nos hablaban, nos daban las placas, seguíamos el asunto y hacíamos que liberaran a los jóvenes. Entonces cumplía una función social. Y a las 12:00 p.m. no pasábamos el himno nacional, como se pasa en todas las estaciones de radio en México. Nos permitió que no pasáramos el himno nacional, nunca lo dijimos, pero era un programa completito de 10:00 p.m. a 2:00 a.m. sólo para chavos. Y en ese programa después empecé a traer policías y empecé a traer a sus papás y a sus maestros, un sacerdote y hablar de todo con los chavos y a decir pues de lo que se trata es de que nos pongamos de acuerdo, o sea, de que nos conozcamos, de que nos integremos y de que tengamos espacios para expresarnos. Entonces los sábados transmitíamos el programa y entre semana, en mi combi, me iba a los barrios que nos habían llamado por teléfono con los chavos que venían. Y entonces llegábamos al barrio y hola, ¿quiénes son? Somos del Solo para bandas. Ah, no, pues pásenle, vénganse.
00:38:00
R- Entonces todo era como una fiesta, todo era como una fiesta, o sea, éramos del programa de radio que trabajaba por las pandillas y llegaba a sus comunidades y entonces le decía oye, vamos a pintar un graffiti. Ok, sí, vamos a pintar un graffiti, pero vamos a avisarle a todos que vamos a pintar un graffiti. Es importante que todos sepan que lo vamos a hacer nosotros. Entonces habla con los comerciantes, con los vecinos, con el sacerdote y que iba a ser pacífico y que íbamos a hacer una acción coordinada con la gente. Entonces todo eso era un mecanismo como de concertación social. Entonces lo hacías y pues funcionaba bien y luego ibas a otra comunidad y funcionaba bien. Entonces empezamos a ser muy exitosos con el programa de radio.
Y de ahí sucedió que los nombres de las pandillas todos eran muy devaluatorios, así como los mierdas y esto. Entonces yo le dije a mis chavos, les dije ¿saben qué? Necesitamos tener un nombre, nosotros ya somos una pandilla también, entonces este pero no le pongan un nombre así tan, tan feo. Le dije vamos a buscar un nombre. Y entonces empecé a preguntarle a los chavos que trabajaban conmigo, le dije a ver pulga, ¿cómo nos vamos a llamar? A ver piojo ¿cómo nos vamos a llamar? A ver perro… De repente dices el pulga, el piojo, el perro, el gato, el caballo. A mí me decían el pavo. Entonces es que somos como un bonche de animales. Pues sí, somos como un bonche de animales. Entonces uno de ellos dice es que somos como un zoológico. Y entonces le dije no, no, pues no somos un zoológico, le dije, porque en un zoológico los animales están presos, están en la cárcel. Y somos como un circo. Sí, somos como un circo volador, porque andamos en la combi de un barrio para otro. Y por eso surge el nombre Circo volador. Y por eso empezamos todas las actividades a firmarlas como Circo volador.
00:40:09
R- Y entonces ese programa de radio lo hicimos durante cinco años, básicamente. Y empiezas a juntar un poquito de gente. O sea, las primeras veces que convocas, a lo mejor llegan treinta personas, está bien. Pero al año, a lo mejor ya juntas ciento cincuenta gentes, pues está bien. Pero a los dos años, a lo mejor ya juntas quinientas gentes, está mejor. Bueno, a los cinco años, cuando les decía nos vemos mañana en las canchas de fútbol, llegué a juntar cuatro mil o cinco mil pandilleros. Entonces la misma gente del gobierno me habla por teléfono y me dice tenemos un problema contigo. Tú ya te convertiste en un problema de seguridad pública.
00:40:56
R- ¿Por qué? Dice porque estás juntando a cuatro mil pandilleros, no tienen ni baños. Y para una tocada, para pintar un mural o lo que sea, y no se puede. Yo creo que tienes que buscar un lugar en donde seguir con el proyecto. Y entonces regreso con la gente de Desarrollo Social y le dije pues me sugieren tener un lugar. Y entonces me dan un libro con las propiedades del gobierno en la ciudad de México, que son miles de casas y edificios y cosas que tienen. Y me puse a revisar y me encontré este cine. Había tres cines que se hicieron en los años 60, unos cines gigantescos con asientos y todo, que estaban abandonados porque ya habían dejado de funcionar como funcionaban antes los cines. Entonces estaban abandonados. Y este cine estaba atrás del mercado de Jamaica. Yo lo conocía. Y se iba a construir una estación del metro afuera. Entonces yo dije si van a construir una estación del metro, esta zona va a mejorar. O sea, como estación del metro y esto. ¿Y entonces le dije pues está este cine Francisco Villa, no?
00:42:15
R- Entonces revisaron los papeles y me dijeron ok, aquí están las llaves y pueden entrar al cine. Pero esto fue siete años después. O sea, siete años después de haber hecho el diagnóstico. Y siete años después, en 1994, ocurre una cosa que los mexicanos llamamos el error de diciembre. Y el error de diciembre es una crisis económica del cocol. O sea, el gobierno se queda sin dinero, se venden los bancos. O sea, ya sabes, todos estos efectos del neoliberalismo y de la privatización que hacen que de repente se quede sin dinero el gobierno.
00:43:08
P/1 - ¿Fue una de las crisis de Rusia, una cosa de esas?
00:43:12
R - Sí, hubo una en 1994, habría que buscarlo. Nosotros le llamamos el error de diciembre, porque era el cambio de un gobierno a otro gobierno. Entonces el gobierno que salió era el gobierno de Salinas de Gortari, que trató de dejarlo hasta el último día. Así como que todo el mundo dijera qué bueno fue Carlos Salinas de Gortari. Al día siguiente que entra el siguiente gobierno, viene el error de diciembre y viene una súper devaluación y suben las cosas y no hay dinero y se frena todo. Y ese es el momento en que me dan las llaves del cine. Entonces, de entrada, tenemos el soporte del gobierno porque nos dio el cine, pero ya no tenemos un peso. Y está el cine, pero está abandonado. Entonces dices pues ahora ¿qué hacemos? Entonces tengo que cambiar mi cachucha y dejar de ser locutor de radio. Ya no era sociólogo, ya no era locutor de radio. Ahora tenía que ser promotor cultural. Y entonces empezar a buscar fondos para conseguir pintura, escaleras, poner, marcar, diseñar, empezar a darle vida al lugar y obviamente tener todas las reglas, los reglamentos que cumplieran con lo que te pedía el gobierno. Entonces, así lo hicimos, nos tardamos tres años.
00:44:48
P/1 - ¿Y ahí cuando tú me dices nosotros, quiénes son?
00:44:53
R - Era yo, el pulga, el piojo, el perro, todos ellos que estaban ahí conmigo.
00:45:03
P/1 - ¿Pero en general son niños, no?
00:45:05
R - Eran en general jóvenes de dieciocho, veinte, veintidós años. Teníamos las Barbie, la Costalito, Rosalindo. O sea, tenemos como cuatro o cinco mujeres que trabajaban con nosotros. La mayoría eran hombres. Bueno, el fenómeno de las pandillas era un fenómeno machista. O sea, el 97-98% de los integrantes de las pandillas eran hombres. Y las mujeres eran tratadas, pero como trapeador. O sea, eran lo peor del mundo. Qué ha cambiado todo eso, afortunadamente hoy es mucho más equilibrado y muchas veces las mujeres tienen muchas más ideas de hacer cosas. Pero así fue como entramos a Circo Volador en 94 y hasta 98 pudimos abrir las cortinas y empezar a hacer eventos. Y esto coincide con la llegada del primer gobierno de izquierda en la ciudad de México. Entonces ahí viene, se amplió la perspectiva, el gobierno de la ciudad reconoció lo que estábamos haciendo y empezamos a hacer muchos eventos en Circo Volador. Y fue cuando el jefe de gobierno, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, me dijo sabes qué, tu Circo Volador lo vamos a convertir en política pública. Pero la historia que yo conocía de las políticas públicas es que son una porquería. Tienes dinero y luego viene otro y las quitan y las desaparecen.
Le dije, no ingeniero, mejor le ayudo a construir política pública. Y entonces, con su agente de cultura, con su secretario de Cultura, Alejandro Aura, le ayudamos a diseñar la red de fábricas de artes y oficios, que son los faros. Hoy actualmente hay nueve faros en la ciudad, en estos años.
P/1- ¿Funcionan?
R - Funcionan. Y a veces van bien y a veces no tan bién. Unos están chiquitos, y no están más grandes. Hay de todo. Y lo que nosotros hemos aprendido es cómo volvernos autosustentables, o sea, cómo aprender a generar nuestros propios recursos.
00:47:32
P/1- ¿Cuál era la idea?
00:47:34
R- Pues teníamos un foro para tres mil personas, y entonces nos metimos a hacer conciertos de música underground. O sea, nada que manejar al comercial. No, no, no. Todo era underground. Y hacerlo bien hecho, y que no tuvieras conflictos, que no tuvieras problemas. Y sí, hay una gran cultura underground aquí. Hemos trabajado muy bien, y más o menos hacíamos unos veinticuatro, veinticinco conciertos internacionales. Y nuestra gente era el equipo de seguridad, el equipo de limpieza, el equipo de mantenimiento, el equipo de sonido. O sea, nosotros éramos como los productores del asunto. Y las entradas de dinero nos permitían después hacer otros talleres, y eso fue lo que nos permitió empezar a tener recursos para poder movernos. Y así lo hemos hecho a lo largo del tiempo.
00:48:43
P/1 - ¿Pero ahí toda la gente que estaba ahí trabajando vivía de eso?
00:48:48
R - Sí, yo seguía en el Instituto de Investigaciones Sociales. Para mí, mi proyecto era el Circo Volador. Entonces yo atendía el Circo Volador, trabajaba en el Circo Volador, pero me pagaba la universidad.
00:49:04
P/1 - ¿Y dabas clases también?
00:49:05
R- Y daba clases, y a mis alumnos los metía a trabajar en el Circo Volador. Entonces hacíamos muchas actividades conjuntas, pero yo no vivía del Circo Volador, a mí me pagaba la universidad. Y esto ha sido una ventaja enorme, porque me puedo dedicar al 100% a trabajar sobre esto, y que la gente que esté allá aprenda a manejar los recursos que están allá para lograr un equilibrio de lo que se está ganando y de lo que se está haciendo. Y más o menos ahí va.
00:49:47
P/1 - Vamos a hacer una pausita.
PARTE 6
00:00:01
P/1 - 30 de outubro parte duas entrevistas com Héctor Castillo Berthier entrevistado por Karen Worcman.
Estábamos hablando un poco de este principio del circo volador y ¿qué pasó con el error de diciembre?
00:00:21
R- El error de diciembre es que el gobierno se quedó sin recursos, el gobierno federal, el gobierno de la ciudad de México, no había recursos. Pero antes del error de diciembre, unos meses antes, habíamos conseguido verlo del cine. Entonces coincidió exactamente con el error de diciembre y el cine. Pero teníamos que dejar de recibir recursos, que antes nos daban un poco de recursos para lo del programa de radio y estas cosas. Entonces, tuvimos que empezar a movernos para ser autogestivo, autosustentable el asunto. Y yo me transformé en promotor cultural para empezarlo a hacer y a buscar que fuera un proyecto independiente, sin presencia política. O sea, no era por un grupo político, era un proyecto independiente, un proyecto de la universidad metido con esta gente. Y ese es el trabajo que hemos hecho, o sea, mantenerlo independiente y buscar.
00:01:34
P/1 - ¿Pero bueno, tenías una estrategia entonces de qué es la independencia? ¿Tenías una visión o lo fue haciendo? ¿Cómo pasó eso?
00:01:45
R - Mira, había un rechazo tan grande hacia la política y los grupos políticos estaban tan diferenciados, no sé, la derecha, la izquierda o la extrema derecha, en donde los jóvenes no participaban para nada. Entonces no quisimos vincularnos a ninguna organización política y quisimos mantener esta independencia. Y luego, cuando tuvimos que recuperar el cine que estaba abandonado, pues tuvimos que empezar todo este proceso de cómo gestionar recursos, de dónde sacar dinero, quién puede apoyar, etc. Y esto me hizo manejarlo de una forma independiente. Ahí, cuando todavía estábamos recuperando el cine, mi director del instituto en la UNAM me dijo va a venir una misión de la UNESCO y ellos tienen recursos, la UNESCO tiene recursos para estos proyectos, llévalos para que vean lo que estás haciendo. Entonces les platiqué toda la estructura del proyecto, lo que habíamos hecho las pandillas. Y cuando terminaron la visita en Circo Volador, me dijo, pues, mira, pues el proyecto es muy bueno, dice, pero se puede convertir en la lápida de tu tumba en el cementerio. Le dije ¿por qué? Porque te volviste anarquista, dice, todo tu discurso es anarquista. Muere el gobierno, muera la familia, muera la iglesia, muera el capitalismo y tienes que aprender a negociar con las instituciones. Entonces lo que necesitas es quitar esta parte anarquista y no perder tus objetivos. Y entonces, efectivamente, eso era una cosa que teníamos que hacer. Y coincidió en ese tiempo con la aparición de Ashoka. Justamente fue en el momento en que llegó a Ashoka. Y entonces un maestro mío me dijo ve a Ashoka, inscríbete y Ashoka hacía un examen muy riguroso, eran tres días con un montón de lecturas y materiales que tenía uno que preparar. Al principio me pareció exagerado, pero después entendí cuál era la función. O sea, realmente lo que me iban a enseñar era a diseñar mi misión, a diseñar la visión, la estrategia, las fechas clave, o sea, todos esos elementos que ya cuando los revisas dices ah, pues todo tiene un sentido lo que se está haciendo. Entonces, para mí esa llegada de Ashoka y la entrega del cine, fue coincidente y me hizo pensar en esta visión de más largo plazo para el proyecto. Entonces, eso fue lo que nos hizo mantenernos independientes y fue lo que me ayudó a tener una estrategia y una propuesta de acción para lo que estábamos haciendo.
00:05:17
P/1 - ¿Cuál fue tu visión que construiste ahí en este momento con Ashoka?
00:05:22
R- Pues mira, la visión era muy sencilla, era tomar la cultura popular de los jóvenes para fortalecerla, para mejorarla y para mostrarla como un espacio que creará lenguajes nuevos, que tuvieran nuevos lenguajes de interacción con la comunidad. Y la parte, digamos, más sensible es que dejé de pensar en los problemas de los jóvenes. O sea, hay muchos problemas, pero si tú quisieras saber cuántos problemas del mundo se han resuelto en la historia de la humanidad, nunca se han resuelto los problemas. Los problemas siempre van a seguir y siempre van a cambiar. Pero entonces, en lugar de trabajar sobre los problemas de los jóvenes, trabajamos con sus habilidades y sus potencialidades, que esas sí son distintas en cada grupo. Entonces, si trabajas con las habilidades de un grupo y las potencialidades de un grupo, es mucho más fácil conectarte, porque son sus intereses de ellos y a través de esos intereses que empiecen a hacer cosas y eso automáticamente empieza a incidir en sus problemas, en sus vidas y en sus formas de ser. Entonces fue un cambio radical porque dejamos de pensar en problemas y trabajábamos sobre habilidades y potencialidades, y son muchas. Los jóvenes siempre están cambiando y siempre tienen muchas expectativas.
00:07:02
P/1 - ¿Pero qué esperabas en este momento, hasta hoy? Empezaste esto por una cuestión de la violencia de los jóvenes. ¿De qué manera pensabas que la experiencia del Circo Volador era una respuesta a eso? ¿Cómo has visto, qué has aprendido? ¿Cuántos años tienes el Circo volador?
00:07:28
R- Treinta y seis años.
00:07:29
P/1 - Entonces, ¿qué has aprendido? ¿Qué has visto, desarrollar este tiempo todo?
00:07:38
R - Pues fíjate que lo que desarrollamos fue una metodología, una metodología de todo lo que estábamos haciendo, con mecanismos para acercarnos, comunicarnos, ver y con resultados reales, palpables. Una visión que yo no tenía era que la violencia en el país iba a crecer tan descomunalmente como ha crecido en estos años. O sea, esto que nosotros vimos con los narcotraficantes que contrataban a los jovencitos para tomar fotografías, se extendió en toda la república, esto ya sucedía en todas las ciudades. Entonces, desde el mismo gobierno empezaron a hacer programas contra la violencia juvenil. Y entonces cuando buscaban quién había trabajado sobre juventud y violencia, nosotros habíamos trabajado y teníamos una metodología. Y entonces me empezaron a llevar a otras ciudades. Entonces llegaba yo a la ciudad, pero eran otros jóvenes, era otro tipo de violencia y había una problemática que atender, que era justamente la situación de violencia en esa comunidad. Y empezamos a trabajar primero en cuatro estados de la república, y en todos armamos grupos, trabajaron los jóvenes, salieron proyectos independientes que empezaron a tomar vida por sí mismos.
00:09:17
R - Luego trabajamos en dieciocho estados de la república más, entonces nos fuimos al norte, al sur, al centro, en zonas muchas veces extremadamente violentas. Y hay de todo, hay casos muy buenos, muy exitosos, y hay casos donde era prácticamente imposible entrar a trabajar con la gente. Finalmente terminamos trabajando en veinticinco estados de la república, son treinta y dos estados, casi todo el país, y tenemos grupos por todos lados y con muchos cientos y miles de jóvenes interconectados. Y si a esto le sumas la fortaleza de las redes de comunicación, las nuevas redes de comunicación, el teléfono celular, las computadoras y todos, el WhatsApp y todos los mecanismos, entonces se vuelve una dinámica muy abierta de participación de la gente. Entonces formamos muchos grupos en muchas ciudades, y algunos casos se volvieron súper exitosos, que han trabajado por su parte. O sea, no es un circo volador.
00:10:30
P/1 - Eso que yo te iba a preguntar.
00:10:33
R - No, reprodujimos un circo volador.
00:10:35
P/1 - ¿Pero entonces qué es la metodología?
00:10:38
R - La metodología, bueno, es abrir el espacio de participación, trabajar directamente sobre las problemáticas y que empiecen a encontrar mecanismos de educación, de trabajo, de empleo, de construcción de valores. O sea, estas hipótesis que estábamos nosotros, que habíamos encontrado con una autoridad, que efectivamente va a generar la posibilidad de que esto suceda. Entonces hay grupos, por ejemplo, hay una zona que se llama la Laguna, que está allá en Saltillo, que armaron toda una serie de estrategias, metieron por primera vez grupos de mujeres a trabajar, y se volvieron tan exitosos, tan buenos, que después le hablábamos a ellos para trabajar en otros estados. Entonces nos juntábamos a trabajar con gente de Monterrey, de Guadalajara y de Saltillo, y nos íbamos a otros lugares y ahí intercambiabamos la experiencia. Y esto pasó en varios lados, en varios espacios. Entonces tenemos proyectos en Ciudad Juárez, proyectos en Tijuana, proyectos en Saltillo, proyectos en Monterrey, en muchos estados en el que se capacitó gente que siguió trabajando con jóvenes. No como circo volador específicamente. El circo volador era como la excusa, digamos, que teníamos para poder acercarnos, para poder presentarnos y para que la gente pudiera tener estas metodologías y un sistema de acción directa con la gente de las comunidades. Entonces, pues así lo hemos hecho, así lo hemos trabajado. Y ha funcionado bien hasta el momento.
00:12:38
P/1 - Hasta el momento. Entonces hay estas redes de todo. ¿Cómo está eso hoy? ¿Qué pasó con esta situación?
00:12:47
R - Mira, no hay una red formal establecida, simplemente tenemos los proyectos. Y ahora que vino la pandemia, fue un golpe brutal, o sea, se tuvo que cerrar el espacio, no podíamos trabajar más con jóvenes, etc. Y cuando empezamos a reconstruir, cuando empezamos a reconstruir lo que teníamos, descubrimos que algunos de estos jóvenes en otras ciudades tenían estas capacidades, pero todo era por zoom. Entonces empezamos a hacer un grupo de zoom para trabajar sobre este período de pandemia y post pandemia. Y entonces ya quedaron integrados jóvenes de otras comunidades dentro del proyecto Circo Volador, con actividades muy específicas, por ejemplo, todo el diseño, la parte de vídeo y así empezamos a trabajar con el radio. Y todo ha sido juntando a la gente, sin una cuestión formal, así de decirte tenemos una red de mil quinientos emprendedores, o sea, no es eso, lo que tenemos es una radio pública que abarca a toda la república, con participación de los treinta y dos estados para hacer la programación. Entonces tenemos una programación que se hace con toda esta gente y ahí participan y ahí se pueden escuchar y así es como lo hemos manejado.
00:14:29
P/1 - Héctor me dice un poquito más de qué pasó en tu vida con la llegada de Ashoka y también de otras instituciones. ¿Cómo saliste un poco de esta tarea y empezaste a trabajar con otra gran institución dentro y fuera del país? ¿Qué pasó ahí?
00:14:52
R- La llegada de Ashoka fue, yo digo que fue muy importante porque nos permitió armar la metodología, o sea, recuperar nuestra metodología que no estaba escrita, poder definirla muy brevemente, pero que explicara con claridad lo que queríamos.
00:15:10
P/1- ¿Eso estaba en el documento inicial que tuviste que hacer para Ashoka?
00:15:13
R- En el documento inicial, que fue de las primeras cosas que hicimos. Y como íbamos trabajando con eso y teníamos impacto en la comunidad y empezamos a trabajar con violencia en otras zonas, una vez apareció el grupo de ONU Habitat, de Naciones Unidas, y vinieron al Circo Volador para revisarlo, hicieron un análisis y entonces después de este análisis, nos seleccionaron como una de las “best social practices”. Entonces Naciones Unidas te da un premio y Naciones Unidas te empieza a llamar para que empieces a dar conferencias en otros estados. Entonces esto fue lo que sucedió, nos empezó a crecer, digamos, estas llamadas internacionales para ir con agrupaciones y todo lo demás. Y cuando yo iba a dar las conferencias sobre quiénes éramos con nuestro modelo metodológico, empecé a descubrir que cada país es distinto y cada grupo de jóvenes es distinto. Son generalmente más o menos iguales, pero tienen muchas características propias que tendrían que entenderse para poder desarrollar un proyecto con ellos. Entonces, el modelo Circo Volador no es un modelo replicable así directamente, pero es un modelo replicable si utilizas una buena metodología. Y entonces eso fue lo que hicimos. Empezamos a llevar la experiencia y a re-aplicar esto. Nos fuimos a trabajar, por ejemplo, en El Salvador, en la época de los mareros de la Mara Salvatrucha, que era un problema de violencia muy, muy fuerte. Y logramos entrar con los mareros, trabajar con ellos y ayudarlos a formar una organización que se llamaba Homies. Entonces hicieron una agrupación, o sea, estuvimos con ellos trabajando seis meses, y dijeron vamos a registrar una agrupación que se llamaba Homies. Entonces llevaron el nombre de Homies al gobierno de El Salvador, y lo primero que dijo el gobierno, dijo no, no se pueden usar palabras extranjeras para registrarse. Pero así todo el mundo ya los conocía, ellos se conocían como los Homies. Entonces dije a ver, en la tarde estuve pensando cómo podíamos traducir Homies para los de El Salvador. Entonces es Hombres y Mujeres Unidos Económica y Socialmente.
Entonces, cuando regresé a la Tesorería, le dije a ver, HOMIES es una sigla que quiere decir Hombres y Mujeres Unidos Económica y Socialmente. Eso es lo que significa HOMIES. Y entonces ya quedó lista y empezaron a trabajar los HOMIES. Y con los HOMIES desarrollamos dos proyectos para que ellos hicieran alimentos y que los pudieran vender en las zonas de oficinas, donde hay mucha burocracia que todos los días come en la calle. Que fueran productos sanos, productos limpios, hechos por los HOMIES y que apoyaran a la organización. Y entonces empiezas a hacer estas cosas que tienen una función social. Y con ese mismo trabajo, pues llegué a Brasil, finalmente, ahí al ministerio de Justicia, y dentro de un proyecto de Naciones Unidas para trabajar sobre jóvenes y violencia, trabajamos en tres ciudades en Bahía, en Belo Horizonte y en Vitoria, en Espíritu Santo. Y eran tres problemáticas de jóvenes muy distintas, pero el objetivo era ver si los jóvenes locales podían desarrollar proyectos en sus comunidades.
00:19:47
R- Y en todas fue posible, en todas se hizo. Y de ahí salió una propuesta para que desde el programa, un programa que tenían para jóvenes, se expandiera a ciento setenta y seis ciudades en los últimos años de Lula. Entonces, yo encontraba una utilidad práctica de lo que estábamos haciendo y una capacidad de difusión de estos mecanismos y que iban generando mucha gente que trabajaba con jóvenes o interesada en trabajar con jóvenes, con una metodología que estaba aprobada.
00:20:36
P/1 - Bueno, de Circo Volador, ¿qué piensas hoy para el futuro? Hablando ahí un poco del Circo Volador. ¿Dónde están, qué piensas, para dónde va?
00:20:53
R- Pues mira, yo creo que un poquito antes de responder tu pregunta, tendría que hablar de la pandemia cuando llega la pandemia, tuvimos que parar todo, todo, todo, cancelar todo, todos los eventos, todos los talleres, estaba cerrado el lugar. Y de pronto todos los maestros y toda la gente que trabajaba con nosotros… ya no teníamos dinero. Entonces lo primero que hice, le dije ¿saben qué? No se preocupen, yo pensé, dije si son tres meses, cuatro meses, no creo que haya problema, vamos a seguirles pagando a todos, vamos a seguir con las mismas reglas. Y así lo hicimos, lo hicimos durante ocho meses más o menos, les pagamos a todos en los ocho meses, les dije que ya no nos va a alcanzar para pagarles al 100%, podemos pagar el 50%.
P/1 - ¿Y esto porque tenían caja?
R - Teníamos una caja de dinero de ahorro. Entonces les pagamos el 50% otros seis meses hasta que se acabó y quedamos en ceros. Entonces les dije, ya no hay más dinero, no podemos seguir pagando este asunto. Entonces abrimos la puerta de los que se quieran ir, los que quieran quedarse, y quedaron como cuatro o cinco personas.
00:22:23
P/1 - ¿Y antes tenían?
R - Teníamos como unos veinte y cuatro o veinte cinco personas, entonces quedaron como cuatro dispuestos a empezar, pero estaba cerrado. Entonces le dije lo que tenemos que hacer es regresar a nuestro origen. El Circo Volador empezó trabajando en la calle. Tenemos que regresar a la calle con medidas de seguridad, pero vamos a montar en la calle una galería de arte callejera, vamos a iluminar, vamos a convocar a los vecinos, vamos a reabrir poco a poco el espacio desde la calle. Y tuvimos muy buena respuesta de la gente, entonces empezó a venir, nos empezamos a inscribir y empezamos poco a poco a trabajar desde la calle, hasta que ya empezamos a abrir con alguna pequeña actividad, y hemos ido avanzando en eso. Pero si te digo yo, antes, antes de la pandemia, teníamos dos mil alumnos al año, mil alumnos de enero a junio y mil alumnos de julio a diciembre, eran dos mil alumnos. Hoy debemos tener como ciento sesenta, ciento ochenta alumnos. O sea, es bajo, pues, de lo que teníamos antes, pero recuperar esta curva de crecimiento no es no es sencilla. Y otra cosa, digamos, benéfica para los jóvenes es que el modelo de circo volador se convirtió en política pública con los faros, pero después nuestro modelo también se utilizó en los pilares, se llaman PILARES, quiere decir Programa Interactivo de Literatura, también son siglas. Hizo el gobierno trescientos PILARES, y luego en otra delegación hicieron un proyecto que se llama Utopías. Entonces ya la cultura, digamos, política de la izquierda en la ciudad de México tomó presencia con los jóvenes y está desarrollando políticas públicas. Y eso a mí me parece que es uno de los mayores éxitos, porque cuando nosotros iniciamos no había políticas públicas para jóvenes, y todo era enviar a la policía y detener a los jóvenes. Entonces de ese paso a este gobierno, digamos incluyente, participativo, con esta visión de las ciudades, de todos, me parece que es un cambio fundamental. Entonces mi perspectiva de circo hacia el futuro es más bien tomarlo como un proyecto universitario, o sea, porque efectivamente surge de un análisis universitario, un diagnóstico, un libro, publicaciones, conferencias, todo eso es esto que lleva y desde la universidad meterlo como escuela de trabajo social para que vengan gentes de antropología, de ciencias sociales, de psicología, incluso hasta de arquitectura, porque hay veces que han venido de la escuela de arquitectura a hacer el estudio de Circo Volador para diseñar otros espacios para jóvenes. Entonces abrámoslo como un proyecto universitario y mantengámoslo como un proyecto independiente universitario que no le va a costar a la universidad. Entonces creo que yo así lo veo hacia futuro, creo que si se pudiera establecer como un proyecto del Instituto de Investigaciones Sociales para Jóvenes que recuperara toda esta historia, esta historia que hemos pasado y esta visión de futuro de podemos incidir en problemáticas directas y lo demás, pues sería útil y sería una cosa que no tiene la universidad, la universidad no tiene un proyecto de estos, hay políticas para jóvenes, pero un proyecto de la universidad que empatara con eso me parece que sería ideal.
00:26:37
P/1 - El futuro, la visión…
R - Así es.
PARTE 7
00:00:02
P/1 - Mira, esta visión es una visión que estás empezando a buscar. ¿Cómo? ¿Porque me explica mejor qué vas a hacer ahora en Mérida, que es una ciudad, qué va a pasar ahí?
00:00:20
R- Pues mira, yo sigo trabajando en mis proyectos normal y cotidianamente, y de pronto recibo un correo de un ganadero, una persona que tiene un rancho de ganado cerca de Mérida, está en Yucatán, es un municipio que se llama Buctzotz, que tiene diez mil habitantes. Entonces me escribió y me dijo ¿sabes qué dice? Me platicaron de tu trabajo, entré a ver tus páginas, ya revisé lo que hiciste. Nosotros no tenemos los altos niveles de violencia con los que has trabajado, vivimos en una comunidad de diez mil habitantes, pero ya tenemos robos y ya tenemos consumo de drogas. Entonces nos reunimos un grupo de ganaderos y dijimos, podemos hacer algo para prevenir el futuro de drogas y violencia en Buctzotz. Y pues te queremos invitar a venir a ver. Entonces fui a darme una vuelta, revisamos el asunto, empecé a platicar con ellos, a analizar la historia del municipio y lo que necesiten o lo que se podría hacer con ellos. Es justamente un espacio para jóvenes desde su comunidad. Y tienen gente y tienen actividades y tienen muchas cosas que los unen y tienen una historia que ellos no conocían, o sea, la conocen porque la viven, pero nunca entendieron el tamaño de lo que era, que eran los migrantes de Buctzotz que se fueron a EE.UU. Hace cincuenta años o sesenta años. O sea, emigraba la gente, se iba a trabajar a EE.UU. Como albañiles para reparar casas, construir casas. Y muchos de esos migrantes que se fueron se quedaron a vivir en EE.UU. Se casaron en EE.UU. Tuvieron hijos en EE.UU. Y pusieron un negocio de albañilería en EE.UU.
Y tienen dinero. Entonces ellos mismos para llevar nuevos migrantes, hablaban a su comunidad, a la gente de Buctzotz, decían por qué no te vienes a trabajar a EE.UU. Yo te ayudo a conseguir el pasaporte, te ayudo a conseguir el dinero, te ayudó a entrar legalmente a EE.UU. Y acá vas a tener trabajo, vas a tener alimentación y vas a poder ahorrar dinero. Entonces esto lo empezaron a hacer y entonces ahora hay una comunidad migrante entre Buctzotz y Milwaukee en EE.UU. Con albañiles. Entonces ahora que estábamos platicando, tuvimos una reunión con ellos y les dije Oye, pues queremos hacer un proyecto juvenil. Entonces dijeron Perfecto, nosotros participamos en esto. Entonces toda esa vida interna del municipio trabajada localmente, a mí me parece que sería sensacional para esa comunidad específicamente, porque eso debe ser un esquema que se debe de reproducir en otros lados.
Entonces vale la pena conocerlo, vale la pena difundirlo, vale la pena abrirlo. Y sobre todo pensando en este gran proyecto que está desarrollando el gobierno del tren Maya, son mil quinientos km. Imagínate todo lo que va a cambiar en las comunidades. Su basura va a cambiar, su abasto alimentario va a cambiar y su relación con jóvenes y violencia va a cambiar. Entonces, dar clases allá, capacitar a la gente allá, que conozcan que estos son procesos que te llevan toda la vida trabajando. O sea, no es una cosa que trabajes cinco meses o un año, son procesos que te toman mucho tiempo, pero necesitas hacer algo que te guste, algo que te satisfaga, algo de lo que puedas vivir, algo que te sientas orgulloso, que tenga una utilidad comunitaria. Y creo que ese sentido de utilidad comunitaria cada vez va teniendo un peso mayor, porque no todo es tener dinero y ser muy rico y próspero.
Creo que hay una visión comunitaria que está surgiendo entre los jóvenes de colectividad de preocuparse por el medio ambiente, por ejemplo, con los problemas que se tienen en el medio ambiente, ha hecho que mucha gente empiece a preguntarse qué es lo que estamos haciendo mal los humanos frente a la vida para tratar de hacer colectivamente cosas que estén bien hechas. Entonces, lo veo así como una movilización juvenil en donde este rescate comunitario tendría un sentido. Y si hay un proyecto y hay una metodología que funciona, pues acercárselos para que ellos lo vayan modificando y lo vayan adecuando a las cosas que necesitan, porque al final lo único que pretende es reducir la violencia y que tengan mejores condiciones de vida. No es nada del otro mundo. Pero si no es colectivo, sí se vuelve muy difícil hacerlo. Si es colectivo, es mucho más sencillo. Y acercarse a la gente comunitariamente con un proyecto como este, creo que puede ser bueno.
00:06:27
P/1 - Sí, lógico, pero yo no comprendí muy bien qué tienen los ganaderos. A ver, con la historia en Mérida.
00:06:36
R- Los ganaderos quieren que en su municipio haya un programa de prevención a la violencia y la delincuencia que está apareciendo. Quieren saber que eso es controlable, que no se va a salir de… Y la otra cosa es que en Mérida, en 2024, en agosto de 2024, la universidad, la UNAM, la escuela donde yo trabajo, que tiene un centro en Mérida, va a abrir por primera vez la carrera de Sociología aplicada, que era una de mis luchas que tuve durante muchos años pidiendo que hubiera la carrera de Sociología aplicada. Sí es sociología, pero es aplicada a tus problemas. Y esos problemas son los que están surgiendo. Entonces tengo la invitación para irme a Mérida a dar clases con estas primeras generaciones de jovencitos de diecinueve, veinte años que apenas van a empezar y darle estos cinco semestres de metodología de investigación sobre las cosas que están viviendo y que aprendan una forma de razonamiento práctico y útil en sus vidas comunitarias. Por eso está conectado Buctzotz con Mérida y con mi trabajo.
00:08:03
P/1 - Entonces ahora de trabajo Mérida, vamos a volver a tu vida más de personas. Vuelve allí atrás. ¿Me puedes hablar un poco, volviendo al te casaste, tuviste dos hijos y hablar un poco más de cómo fue toda esta tu vida con la familia, con amores y todo eso?
00:08:32
R- Pues mira, la familia es… Siempre yo aspiré a tener una familia. Yo había quedado huérfano más o menos joven y siempre aspiré tener una familia y tener un grupo, así como fue en la época de mis padres. Entonces Ana Hilda, con la mujer que me casé, tenía una familia grande, fuerte, muy estable y que me hicieron sentir muy bien, siempre me llevé muy bien con ellos y me sentía rodeado de cariño, de amor y todo esto. Y nacieron nuestros hijos y pues empezamos a trabajar con eso, o sea, yo tenía que trabajar. Ana Hilda dejó su trabajo de diseño que estaba haciendo y se dedicó a los niños los primeros años para poder atenderlos, porque requieren mucho trabajo, muchas cosas, muchas actividades que hay que meterlos. Y años después, como a los ocho o diez años, yo le sugería a Nailda pues búscate una actualización de lo que ella había aprendido en la universidad y toda la parte de diseño, lo que antes eran los grandes restiradores y las letras y todo esto, todo se pasó a las computadoras. Entonces todo se volvió un sistema y había que aprenderlo, muchísimos programas y muchísimas cosas. Entonces se metió a estudiar eso y después empezó a pintar, que era lo que había siempre soñado y empezó a hacer sus exposiciones, entonces una exposición sobre mujeres, una exposición sobre migrantes con sus compañeros de taller. Y viajamos mucho tiempo juntos también y conocimos distintos lados y pues tuvimos una muy buena relación. Desgraciadamente en el año de 2018 ella falleció. Ella falleció y tenía cáncer de páncreas, que era muy duro, muy nocivo. Y desde el 18, o sea, dos años antes de la pandemia, pues se murió y ya me quedé solo.
00:11:35
P/1- ¿Ahí que ves ahí que te buscas algo de amor, de una otra cosa, cómo estás?
00:11:46
R - Pues mira, el amor siempre es una palabra linda, es una palabra muy complicada y realmente para poder establecer una relación llena, completa así de amor, hoy que lo veo así, ya con el tiempo creo que esa historia ya pasó ya en mi vida, ya creo que ya quedó atrás, ya quedó como algo que me tocó vivir y que ya no estoy buscando o sea, no estoy buscando una pareja, estoy buscando más bien la música, que eso sí me gusta mucho. Y estoy tratando de hacer un grupo, literalmente un grupo de cumbia en Sisal. Entonces, un pequeño poblado de pescadores que descubrí que está junto al mar, está la escuela en Mérida donde voy a dar clases. Y digamos, de la escuela de Mérida a la casa donde estaba yo viviendo, que es la casa de mi hija, es media hora en coche. O sea, yo salgo de la casa de mi hija y llego a la escuela en media hora. De esta escuela al mar es media hora. Entonces, cuando vi eso, dije, me voy a comprar un terreno en el mar, voy a vivir en el mar, en un pequeño poblado de pescadores, que son dos mil quinientos pescadores. Y dije, y lo único que necesito encontrar es un grupo de músicos para hacer mi grupo de cumbia en Sisal y trabajar en Mérida.
PARTE 8
00:00:04
P/1- Bueno, una vida son muchas vidas, creo que una historia es una parte. Pero hoy mirando un poco la historia que me platicaste, yo te quería preguntar una cosa muy específica sobre una temática que es en toda esta historia, en lo que has vivido ¿cuál es la relación que tú ves entre la vida, la muerte y la fe? ¿Cómo es tu presente en tu historia? ¿Cómo lo ves hoy, con los ojos que tienes hoy?
00:00:52
R- Bueno, pues para empezar me parece que la vida hay que agradecerla, o sea, yo creo que hay que sentir un profundo agradecimiento por tener oportunidad de vivir lo que sea, o sea, vivirlo. Yo creo que yo estoy agradecido por esa capacidad de vivirlo. Y así tan distante, la muerte, creo que la muerte pues es algo que debe suceder en algún momento, pero la muerte debe ser una muerte para mí organizada, o sea, tener mi vida organizada para poder morir tranquilamente, no estar metido en cincuenta cosas distintas. Creo que esa muerte debe de ser una muerte organizada. ¿Y la fe? La fe es en tener el tiempo, mi fe es básicamente de tener tiempo para poder organizarlo, para poder vivirlo, para poder estar agradecido de esta vida. Más que una fe de resurrección o alguna fe mágica del tercer mundo, yo creo que la vida termina y ahí queda la historia de cada persona. Pero si hay cosas que armaste, proyectos que pueden tener una vida posterior, creo que sería lo ideal.
Uno de ellos son mis hijos, creo que esa continuidad con el trabajo que hacen mis hijos, cada uno en sus cosas que hacen, es una forma de continuidad por sus vías y que no dependen de mí. Pero lo mismo con las cosas que yo estoy haciendo, quiero dejar las cosas digamos terminadas, listas.
La idea de Circo Volador, de transformarlo en un proyecto universitario sería una forma de hacerlo, de bajar la cortina y perfecto, o sea, valió la pena dedicarle todo este tiempo, hay una estrategia, se está haciendo bien y te permite ver cómo está este asunto antes de que llegue la muerte.
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P/1 - Y al final, mirando toda esta trayectoria ¿qué has encontrado, como el sentido de que los ha hecho, de todo lo que ha hecho, cuando te miras ahí, empezando con veinte y tres años, después treinta años, cómo me lo describes? ¿Qué miras, el delegado de lo que has hecho?
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R - Fíjate que es chistoso, pero esa pregunta me la hago más o menos con frecuencia. Una de las cosas que creo que se me han ido afinando es mi sentido de observación. Mi sentido de observación y de cosas que veo cada vez me parece mejor, o sea, me parece que lo puedo hacer mejor, que hoy no haría cosas que hubiera hecho en el pasado, que hoy no decidiría cosas que hice en el pasado, porque tengo un mejor sentido de observación, no de las cosas que suceden sino de mi relación personal con las cosas que están sucediendo. Entonces creo que sí, con el tiempo se vuelve uno más más sabio. Me parece que sí. Y aprende uno a valorar mejor esos momentos y esos pequeños momentos que a lo mejor antes eran tan cotidianos que no valen la pena. Creo que muchos de esos pequeños momentos valen mucho la pena y también he aprendido a apreciarlos enormemente.
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P/1 - ¿Cómo?
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R - Como la amistad, por ejemplo. La amistad es una cosa importante.
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P/1 - Una pregunta. Bueno, ahora por la amistad que estamos haciendo esta visión recorrido por las Américas con una pregunta ¿qué son las Américas? Y qué son las Américas para ti, que has trabajado aquí en muchos países, en muchas culturas, de el hogar donde tú naciste.
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R - Pues es que mira, las Américas, tengo que partir de MacArthur, ¿no? America for the Americans, que era una visión excluyente, siempre me parece una visión excluyente. Y cuando digo MacArthur quiere decir la situación de ser vecino de una potencia tan grande como EE.UU. Que domina al mundo. El ver la historia de ese país vecino tan inmenso, tan rico, tan poderoso y a la vez tan violento, tan excluyente, con tantas problemáticas internas. Y cuando volteo la cara y me encuentro con América Latina, desde el norte de México hasta Chile, Chile me parece que es como una gran unidad. O sea, entonces recuperaría a Bolívar y diría pues si los latinoamericanos tenemos una unidad en común, inclusive en Brasil, que hablan portugués, la música es distinta, el idioma es distinto, pero los sentimientos son muy parecidos en muchas de las cosas que se hacen. Entonces yo tuve oportunidad de viajar por América, por diferentes países en muchas ocasiones, haciendo diferentes cosas, casi siempre trabajando, casi siempre fueron cuestiones de trabajo.
Me encantan las historias latinoamericanas, me encanta García Márquez, por ejemplo. Hay toda una cuestión fantástica en las historias. Y saber que los países son tan diferentes, o sea, Chile, por ejemplo, que es un país larguísimo del desierto, con las minas de cobre, en una problemática con Perú y con Bolivia que no tiene mar. Si yo fuera chileno hubiera hecho un movimiento para abrir un canal de manera que Bolivia pudiera tener un pedazo de mar que no tiene, ¿no? Porque es el único país que no tiene mar. Entonces no sé. Y luego la parte industrial de Chile, y luego la parte del sur tan hermosa, tan lindo, los bosques. Y siempre, en todos lados me van a seguir apareciendo las problemáticas que he visto.
Cómo está la basura en Chile, cómo está la basura en Brasil, cómo está la basura en México, cómo está la basura en Argentina. En todos lados hay problemáticas. En Argentina me hablaron cuando tuvieron una crisis en el año 2000, tuvieron una crisis económica brutal y les aparecieron muchísima gente recolectando basura en el centro de la ciudad, los cartoneros, pero eran miles de gentes organizadas. Entonces me hablaron a mí para ir a Argentina y platicar con los cartoneros. Y lo que alcancé a platicar era a ver, es gente muy pobre que necesita este empleo, que está esta basura, que se debe de organizar de una manera distinta y abrirles la puerta. Entonces siempre esta visión de las Américas, pienso que nuestras soluciones deberían ser muy sencillas, muy directas, muy sensibles entre nosotros, porque hablamos los mismos lenguajes y sabemos lo que se necesita. Y estas visiones opuestas que son los intereses de las grandes empresas, los intereses de EE.UU. Los intereses políticos que siempre están como peleándose por el país, habría que aprender a dejarlas fuera y realmente integrarnos dentro de cuestiones muy sencillas.
Por eso me encanta la cultura, por eso me gusta la música, por eso en esta parte final me gustaría tocar cumbia y poderla cantar también en portugués, cantársela a todos para decir algo que fuera interesante, algo que nos permita juntarnos. Nunca he sido compositor, o sea, nunca he sido un Roberto Carlos ni nada por el estilo, pero me parece que hay cosas sencillas que traducidas en un lenguaje musical deberían de mantenernos más unidos de lo que hemos estado.
00:11:14
P/1- ¿Qué quieres decir como final de palabras?
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R - Pues mira, como final de palabra, lo primero que debo decir es gracias Karen, por haber aparecido, Marcelo, por haber llegado en este viaje y que dentro de tu esfera apareciera yo en un puntito como referencia y decirte bienvenidos son bienvenidos, serán siempre bienvenidos. Y me quedo mucho con ese sentimiento de gratitud de haber tenido el tiempo de filmar toda esta historia, porque justamente ese agradecimiento por haberlo hecho, esta especie de psicoanálisis antropológico me ha hecho recordar cosas que son importantes. Y la cosa más importante es que tenemos el tiempo todavía para poderlo disfrutar. Y eso hay que festejarlo, hay que festejarlo siempre.
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