Un medico cirujano de nombre Omar Quiroz Flores , chileno, que de sus 38 años de vida, durante 20 años se dedicó a la medicina con un gran compromiso, sentido de la responsabilidad, ética profesional y sobre todo entendiendo y actuando siempre desde el respeto a la persona humana, valorándola como sujetos de derechos.
Muchas historias escuché de este médico el día de su despedida a otro plano , el de la trascendencia, alli las personas que habían sido sus pacientes contaban historias tan importantes y hermosas, que siempre sus pacientes estaban primero , no importaba el horario , que en sus turnos era muy divertido con su equipo de profesionales, disfrutaba cada día como si fuese el primero de su profesión, siempre con una palabra de afecto, dedicando tiempo de su descanso muchas veces para atender, con una palabra a veces cambiaba la vida de algunas personas , era riguroso y exigente con sus pacientes pero era amable y generoso. A él le gustaba también contar historias de su trabajo , era muy divertido para contarlas , haciendo de lo agotador de su trabajo un retrato de aventuras como si cada día le diera oportunidades de ir escribiendo un guión de su propia vida y entrega profesional al “arte de su forma de hacer la medicina”
Se fue de esta dimensión de la vida muy pronto, pero su memoria está y estaré presente con nosotros, leyendo las cartas que escribieron sus pacientes sentí la obligación de cobrar su historia aquí para dejar un retazo de lo que fue para ellos y ellas pero principalmente para nuestra familia. Además de la medicina, la música fue su compañera permanente , creaba y tocaba melodías en su piano que eran como una especie de contemplación del universo, y le ayudaban a caminar más liviano por el mundo, la música clásica era su preferida, también la tecnología, los avances y retrocesos sociales y culturales llamaban su atención y gustaba de investigar, leer y compartirlos
Su historia de vida , su entrega...
Continuar leitura
Un medico cirujano de nombre Omar Quiroz Flores , chileno, que de sus 38 años de vida, durante 20 años se dedicó a la medicina con un gran compromiso, sentido de la responsabilidad, ética profesional y sobre todo entendiendo y actuando siempre desde el respeto a la persona humana, valorándola como sujetos de derechos.
Muchas historias escuché de este médico el día de su despedida a otro plano , el de la trascendencia, alli las personas que habían sido sus pacientes contaban historias tan importantes y hermosas, que siempre sus pacientes estaban primero , no importaba el horario , que en sus turnos era muy divertido con su equipo de profesionales, disfrutaba cada día como si fuese el primero de su profesión, siempre con una palabra de afecto, dedicando tiempo de su descanso muchas veces para atender, con una palabra a veces cambiaba la vida de algunas personas , era riguroso y exigente con sus pacientes pero era amable y generoso. A él le gustaba también contar historias de su trabajo , era muy divertido para contarlas , haciendo de lo agotador de su trabajo un retrato de aventuras como si cada día le diera oportunidades de ir escribiendo un guión de su propia vida y entrega profesional al “arte de su forma de hacer la medicina”
Se fue de esta dimensión de la vida muy pronto, pero su memoria está y estaré presente con nosotros, leyendo las cartas que escribieron sus pacientes sentí la obligación de cobrar su historia aquí para dejar un retazo de lo que fue para ellos y ellas pero principalmente para nuestra familia. Además de la medicina, la música fue su compañera permanente , creaba y tocaba melodías en su piano que eran como una especie de contemplación del universo, y le ayudaban a caminar más liviano por el mundo, la música clásica era su preferida, también la tecnología, los avances y retrocesos sociales y culturales llamaban su atención y gustaba de investigar, leer y compartirlos
Su historia de vida , su entrega profesional ,su aporte a la medicina pública dio un sentido y significativo espacio a aquellas personas que aún ven con cierta desconfianza el sistema de atención pública en Chile, el médico cirujano Omar Eduardo Quiroz Flores en un centro médico en el norte de Chile, en el desierto más árido del mundo, cambió la manera de ver y apreciar la atención primaria de esas muchas personas y sus familias… ojalá otras y otros profesionales de la medicina y la salud puedan continuar de algún modo con esa visión y misión de este médico que “ dicho de las propias palabras de sus pacientes” cambio sus vidas y en algún caso “ salvo sus vidas “
“A la memoria de mi hijo
Omar Eduardo Quiroz Flores “
14.05.1986 - 26.09.2024
Recolher